España es de los países que más invierte en Educación y que menos rendimiento obtiene. Así de rotunda es la conclusión del Grupo Siete, especializado en Educación y formado por selectos catedráticos españoles, entre los que se encuentra el profesor gallego de la Universidade de Santiago José Manuel Touriñán.

Este habló ayer con FARO sobre este asunto, recogido en el libro Crítica y desmitificación de la educación actual, en el que abordó uno de los capítulos.

Respecto a la problemática sobre inversión en recursos y rendimiento escolar, Touriñán apuntó firmemente que "si el sistema de la política educativa va detrás de los recursos y no tiene un programa de proyección de futuro que explica cómo usarlos, la única manera de hacerse ver es invirtiendo en esos recursos que aparecen".

De estas declaraciones, se pudo concluir que invita a reflexionar sobre los anuncios realizados desde organismos como la Consellería de Educación acerca de una adquisición masiva de ordenadores, encerados digitales u otro tipo de dispositivos para las escuelas. Touriñán no puso en duda la buena intención de este acopio, pero consideró que detrás de estos aparatos debe pensarse en una política educativa de futuro.

"¿Por qué se gasta tanto en nuevos recursos? ¿Para decir que tengo más pizarras electrónicas que los demás? ¿Más ordenadores? -se preguntó- Si no proyecto qué espero del sistema educativo en el futuro, puedo gastar mucho dinero en recursos pero el resultado es menor que en otros países que, sin gastar tanto, obtienen un resultado más concentrado en lo que les interesa".

"La política educativa -prosiguió- no es solo inversión en recursos, ni un problema de tener más y mejores medios. Es un problema de nueva organización. La mejora de la escuela supone una mejora de los equipos escolares, entendidos estos como equipos humanos. La calidad de la educación depende de la calidad de los profesionales y esta de los conocimientos que han adquirido y van consiguiendo".

El catedrático Touriñán -maestro de Primaria que fue director de la Fundación Caixagalicia entre los años 1999 y 2002; así como director xeral de Universidades e Investigación de la Xunta de 1990 a 1997- también opinó sobre el papel de los valores en la formación del profesorado.

El papel de los valores

"La función del profesional de la educación exige que la competencia general del profesor implique que él es un especialista en elegir valores, enseñarlos y utilizarlos", defendió.

A su juicio, "todos los profesores deben tener competencia general en educación en valores. Esto es algo que no se está llevando bien ni en la formación de profesores ni en las facultades de pedagogía. Esto es grave".

Para Touriñán, "no se trata de que el profesor elija en lugar del alumno su forma de vida, sino optar por aquellos modos de intervención que garantizan la capacitación del educando para elegir".

Por lo tanto, el catedrático gallego indicó que "para ello, todo profesional debe distinguir entre prestación de un servicio público y pública intromisión de cada uno en su derecho a elegir su vida".

Al respecto, Touriñán matizó que "esto no se está resolviendo del modo adecuado en la formación de profesores ni dentro de las aulas. Por eso, tenemos muchos problemas respecto de la autoridad institucional del profesor y la relación con los padres".

Por último, Touriñán subrayó "un problema serio" de la educación actual. "Las personas no se forman solo teniendo conocimientos", por lo que las asignaturas desde Primaria a la Universidad no deberían reducirse a saber cosas. Para él, habría que pensar si realmente lo que enseñan los profesores tiene como fin que al estudiante "le sirva para tener una posición ante la vida, tener un criterio, tomar decisiones sobre su sentido de vida y acciones".