Escritor nocturno, Domingo Villar encuentra la mejor inspiración a partir de las once de la noche. "Es cuando más en calma está la casa porque los niños están dormidos", explica. El autor vigués tiene siempre a mano varias tabletas de chocolate negro, té o café y música tranquila, normalmente clásica.

Aunque siempre va cargado de cuadernitos y notas en el bolsillo trasero del pantalón, el autor de "La playa de los ahogados" escribe los libros siempre en el ordenador, "un portátil con el teclado a parte". También acostumbra a leer en alto lo que escribe. "Las razones por las que un texto me convence suelen ser más musicales que literarias", destaca.

Su media hora de paseo diario es también una rutina indispensable para el escritor. "A veces encuentras la iluminación en sitios insospechados", destaca.

La diseñadora de moda Sara Coleman confiesa su "obsesión" por las estructuras orgánicas. "Las veo por todas partes; de hecho, donde más disfruto es en el mar y en la playa, que es el mejor lugar para soltarse y encontrar hallazgos inesperados". La creadora coruñesa asegura que colecciona todo lo que le parece interesante "por textura, forma o color".

Coleman prefiere levantarse temprano para empezar a trabajar con luz natural "pero no me pongo un horario, mi cabeza está trabajando continuamente, sea la hora que sea y el día que sea", apunta.

Además de su trabajo como diseñadora de moda está desarrollando proyectos artísticos y en agosto tendrá su primera exposición individual en la galería Sargadelos Ferrol. "Tengo obsesión por el trabajo bien hecho, me entrego en todo lo que hago", concluye.