Una de las activistas fundamentales de la moda gallega, que comenzó a trabajar "con 17 años y desde abajo" es una mujer hecha a sí misma y con fuertes convicciones religiosas. Ayer por la mañana fue al gimnasio y, por la tarde, a misa. A María Eugenia Ayala aún se le van los ojos a sus 73 años en los desfiles de moda cuando un diseño le entra ahí, a medio camino entre el corazón y la cabeza. Hoy en día ha tomado el testigo de su escuela, que ha cambiado de nombre, una ex alumna suya.

-Durante cincuenta años de carrera, habrá vivido usted varias revoluciones del sector...

-Viví la revolución de la ropa por medida, a las prendas por tallas... Luego, cuando monté la Escuela en Galicia, eso supuso otro gran cambio.

-Consiguió crear "magia" con sus primeros patrones para una población de Vigo que vivía estéticamente al amparo de la moda francesa e italiana.

-Yo decía, en nuestro argot, que la gente 'fusilaba' patrones (los imitaba), pero siempre lo critiqué. Antes, salían a París o Italia y luego copiaban muchas prendas. Yo creía que el patronaje y el diseño tenían que ser totalmente nuevos y nuestros. Yo nunca 'fusilé' un patrón; creé mi propio estilo.

-Luego, su trayectoria profesional se convirtió en la base de un proyecto pedagógico que dio al boom de la moda gallega diseñadores de la talla de Patricia Avendaño, Patricia Herránz, Amaya Fernández o Pedro Fernández. ¿Orgullosa?

-No quiero dar nombres, porque seguro que me olvido alguno. Me han llamado algunos ex alumnos desde muy lejos porque querían venir al homenaje pero no podrán. Mis alumnos han sido durante veinte años los primeros premios de concursos en todas partes. Patricia Herránz fue una de las primeras profesoras de la escuela, cuando llegó de estudiar de Barcelona. Javier Rivas, arquitecto, también fue profesor de la escuela...

-Con la llegada del grupo "Galicia Moda", usted colaboró con creadores como Gene Cabaleiro, Agapito García de Cortemans, Pili Carrera, Teresa Lira o María Mariño. Todo un equipo de diseño.

-Manola Peña desfiló representando a la Escuela con "Galicia Moda". Kina Fernández, María Moreira... Estuvimos muchos. Todos.

-El premio Viguesa Distinguida por parte del Concello de Vigo, ¿le hizo sentirse profeta en su tierra?

-A lo mejor otra persona se lo merecía más. Pero estoy agradecidísima siempre porque la ciudad de Vigo que fue la que vio nacer todo esto, se ha portado muy bien conmigo. Pero yo a Vigo también lo llevé por todas partes y los alumnos iban a la vanguardia creativa por París, Berlín o Italia.

-Hoy el mundo de la moda joven gallega vive otro boom creativo. ¿Cómo lo ve?

-Veo mucha creatividad en la juventud que me ilusiona. El último desfile que vi, la verdad es que me gustó muchísimo. Los jóvenes hoy vienen pisando fuerte y percibo una gran preparación. Aunque quiero apartarme, mis ojitos aún se van. Lo llevo en la sangre y creo que morirá conmigo.

-Elija un vestido fundamental para una mujer.

-Para mí el traje de chaqueta fue fundamental; yo lo vestía todos los días. Pero la ropa siempre me gustó más vanguardista. No para mí, sino como estilo.

-Prioriza el diseño o los tejidos.

-Primero ves la tela y piensas, ¿qué haría yo con ella? Así creas el diseño. Es como si la materia prima te hablase.

-Ayer se murió Adolfo Suárez.

-Conocí a Suárez personalmente y me pareció un hombre extraordinario. El mejor presidente que tuvo España, porque supo llevar a derecha e izquierda. Lo conocí en Madrid cuando era director de Televisión Española.