La abarrotada sala de espera de la clínica del doctor Suh en Gran Vía está presidida por una pintura realista del campo de golf Ría de Vigo, con el puente de Rande al fondo. El coreano aparece sigiloso en un despacho, cuyas paredes ocupan a partes iguales títulos de su formación médica oriental y recuerdos de su vida gallega, como una fotografía en Sanxenxo con el Rey o dedicatorias firmadas por el pintor Laxeiro. El doctor pionero en acupuntura en Galicia (sus colaboradores le llaman “maestro”) es tan minucioso al hablar como con las agujas. Con solo unos pendientes de plata y una piedra de jade, el doctor Suh ejemplifica cómo objetos que llevamos puestos día a día, como los piercing, restan o suman -sin que nos percatemos- nuestra energía.

-Cuando llegó a Vigo en los años setenta lo de curar con agujas no estaría muy implantado en la sociedad.

-Yo estoy aquí desde hace 32 años. No había nadie, ni en Galicia ni en España en acupuntura.

-¿Llegó por azar?

-Yo me dedico a las artes marciales. Tengo varios gimnasios que aún están funcionando en Pontevedra y Vigo.

-¿Por eso le llaman maestro?

-En efecto. Soy maestro Suh.

--Dice usted que hay cuatro clases de cuerpo, ¿cómo se puede saber qué tipo de constitución tiene cada uno?

-El diagnóstico de Sasang Chejil es una rama de la medicina tradicional coreana con más de 5.000 años y define cuatro tipos de constitución física o chejil. Habrá que cuidar la dieta con los alimentos más adecuados. Exactamente, las personas tienen cuatro tipos de cuerpo: con exceso de yang o ying o ausencia de yang o ying. Es necesario saber qué alimentos benefician a mi cuerpo. Cuando comes con varios amigos lo mismo, a algunas personas les sienta mal, porque no está a favor de su cuerpo.

-¿Puede llegar a causar enfermedades una alimentación inadecuada al tipo de cuerpo?

-Sí. Aquí se consumen muchas patatas, por ejemplo. Pero puede pasar con los tomates o las zanahorias. A consecuencia de la alimentación, muchas personas tienen problemas de hígado, riñones o páncreas en un largo espacio de tiempo. De la misma forma que hay varios tipos de sangre y eso se tiene en cuenta a la hora de hacer transfusiones, lo mismo ocurre con la alimentación y el tipo de constitución. Poco a poco, vas cargando tu organismo. Hay comidas que hacen daño a la media hora, pero otras que cargan y poco a poco van dañando el organismo.

--Personajes como Sánchez Dragó que se declaran amantes de la cultura oriental, a veces desafortunadamente, han mostrado que su dieta se compone, o se completa, de muchísimas pastillas. ¿Comeremos más cápsulas en el futuro y nos saciaremos menos con alimentos?

-Será así. España y Portugal van por detrás de otros países.

--El ginseng, el alga llamada spirulina, la lecitina de soja, el aceite de onagra... Estos nuevos “remedios milagro”, ¿son en realidad las esencias más antiguas?

-Algunas algas son buenísimas.

-Ofrece acupuntura para tratar problemas que van desde la impotencia o la hernia discal, hasta dejar de fumar. ¿Es éste el tratamiento de moda?

-Es un tratamiento que dura quince días. Después de pincharle, el cigarro va a saber mal, pero depende de la fuerza de voluntad del paciente. Si a propósito quiere fumar, no habrá manera de que lo deje.

-¿Han aumentado sus pacientes por esta razón?

-No. Yo ya tenía mis pacientes en lista para dejar de fumar.

-Los piercing presionan continuamente puntos que usted considera vitales, ¿está en contra?

-Físicamente hacen daño. A muchos jóvenes y a la mayoría de las mujeres que los llevan les pido que los retiren. Les he dicho que o se los quitan, o no les trato. Automáticamente, las personas que tienen problemas de depresión y ansiedad tendrán que quitárselos o no podrán curarse. Estarán perdiendo el tiempo y el dinero. He encontrado jóvenes con piercing en la ceja, en el labio, en la nariz, en el ombligo... Les digo que si quieren tratarse, vuelvan sin ellos.

-¿Por qué tiene dedicatorias del pintor Laxeiro en las que le llama “nieto” Suh?

-Estuve durante 17 años tratándole, hasta la hora de morir, con acupuntura y otras técnicas. Siempre me llamaba nieto y yo a él, abuelo. Por eso me dedicó así.

-Se rumorea que entre sus asiduos están políticos, empresarios y gente famosa, ¿podría desvelar algún nombre?

-Tengo pacientes de toda España; políticos famosos, empresarios y personas humildes. Demandan tratamientos de acupuntura y digitopuntura (técnica de masajear con los dedos). Pero no puedo decir nombres.

--¿Tiene otra clínica en Valencia?

-No. He dado conferencias allí, en algún club privado, porque me lo pidieron hace años. Mis pacientes de toda España vienen aquí, les atiendo en Vigo. Yo no me desplazo.

-Hay farsantes que se aprovechan de la fama de buenos profesionales, ¿debería de haber una supervisión?

-Es imposible que haya un certificado, porque el cuerpo no es una máquina. Se pueden cambiar algunas cosas, pero nadie puede garantizar nada con un tratamiento. La única garantía es trabajar con experiencia y no engañar a la gente.

-En Corea la carrera de acupuntura es de seis años.

-Diez años. Yo llevo 42 años dedicado a este mundo. No es lo mismo, porque hoy puedes trabajar en acupuntura después de hacer seis meses de cursillo. Pero entender bien la acupuntura es muy difícil.