"Al paso del tiempo comprobé que esta monarquía ha sido positiva para España. Como mario Conde no le debo nada al Rey pero como español le debo mucho", dijo ayer Mario Conde en Vigo y el Club FARO. Ante un auditorio Caixanova absolutamente desbordado, fue presentado por el escritor Alfredo Conde y en una entrevista abordó temas muy diversos, entre otros la economía de mercado, que dijo que era "muy buena para generar riqueza y mala para distribuiría", Criticó también la apropiación de la economía por un capitalismo financiero "al que hay que ponerle límites éticos".

Don Juan de Borbón. "Don Juan me enseñó el concepto de Majestad y no me refiero al tratamiento protocolario sino a algo que se gana por sí mismo. Tuve la suerte de quererle mucho y algún afecto me tenía a mí. Pero distingo el cargo de la persona. Yo en la Universidad no me metía en política pero ante la Ley Orgánica del Estado que asentaba la institución monárquica en España me reuní con unos cuantos para decir que no. Yo nunca fui monárquico porque no creo que la inteligencia se transmita por la vía genética, ni de que un hombre es mejor que una mujer para reinar. Etc.

Don Juan Carlos. Parto de la base de que la institución monárquica es un órgano del Estado, que existe porque el pueblo lo ha aprobado en la Constitución. A lo largo de los años comprobé que esta monarquía ha sido positiva para España. Como Mario Conde no le debo nada a Don Juan Carlos pero como español le debo mucho. Aunque, en su calidad de órgano del Estado, tengo conocimiento de hechos que afectan a la libertad de las personas. Me reprocharán que invoque al rey Don Juan Carlos, y que desvele conversaciones. La corona ha prestado un servicio espléndido pero tengo conocimiento de hechos que afectan a la libertad de las personas y no soy desleal a nadie al contarlo porque lo que relato no son conversaciones privadas".

El libro. Al hablar de "Días de gloria", su último libro, editado por Martínez Roca, no se va por la tangente. "Narro en primera persona –dice– porque cuenta vivencias. Puedo decir que es un libro sincero. Todo lo que cuento es verdad. No toda la verdad. Me callo cosas que he preferido guardar porque podría resultar dañino. No está escrito de memoria, sino aprovechando y entresacando datos de mis notas y chequeando los datos cruciales. No hay héroes ni villanos sino que habla de cómo somos todos, a veces héroes, a veces villanos".

El mito de los banqueros. "Quiero desmitificar esa idea de que los banqueros son diferentes, una clase superior, por manejar cifras millonarias. La primera operación que hice en el grupo antibiótico fue de unos 450 millones de dólares pero me di cuenta que no se diferencian de las 450 pesetas que gestiona quien no tiene nada. Es increíble cómo las emociones, cuestiones por ejemplo tan subjetivas como la envidia, afectan a la decisión sobre cantidades gigantescas".

Sociedad civil. "Hay gente que ha hecho cosas mal pero hay también una sociedad civil que miró hacia otro lado y consintió. La calle debe recuperar el protagonismo y eso ya lo dije hace muchos años ante el mismo Rey, pero nadie me escuchó. Para construir certeramente la sociedad civil sobre todo en países en los que, como sucede con el nuestro, su vacuidad es tan clamorosa como dañina, se precisan no sólo instituciones que la estructuren adecuadamente sino, además y sobre todo, conciencias claras que les proporcionen vida". Piensa Conde que las conciencias y sus claridades son asuntos puramente humanos. Un modo de pensar, una forma de concebir la relación del individuo con la institución. Y que hay territorios en los que la sociedad civil manifiesta una anemia casi endémica, que corre paralela a lo que algunos, seguramente con acierto, califican como exceso de tradición autoritaria".

Economía. "A lo largo de mi vida me fui dando cuenta de que el mundo de lo financiero se estaba imponiendo sobre la economía real. Las finanzas, el dinero por el dinero, estaba muy por encima de las empresas que generaban riqueza. Ya en 1994 en un congreso sobre capitalismo´y ética que monté en Roma dije que el beneficio por el beneficio, las finanzas por las finanzas, tenían que tener un límite. El sistema de economía de mercado es muy bueno para generar riqueza pero malo para distribuirla. En escritos evidencié las carencias y peligros de un capitalismo financiero que parecía cabalgar desbocado".

El sistema. Mario Conde citó en más de una ocasión su libro, "El Sistema" (Espasa Calpe, 1994) queriendo referirse, si no interpretamos mal, a la estructura característica de tipo oligárquico que habían adquirido las relaciones entre el poder económico y el político en España en aquellos tiempos. Una estructura que habría detectado ya en sus años de experiencia por las altas esferas del poder económico a raíz de su designación, tras una dura batalla de tintes épicos, como presidente de Banesto, uno de los siete grandes bancos de entonces.

BANESTO. "Al día de hoy, viendo la situación financiera en España, pretender seguir hablando de la situación financiera del banco es ridículo. El banco estaba bien, pero en el juicio de Banesto compareció el vicepresidente ejecutivo de la banca Morgan y dijo: no hay ninguna persona objetiva que sea capaz de reconocer que el plan de Mario Conde en Banesto hubiera funcionado a la perfección. Al final, a mí me condenaron por llevarme 600 millones, que demostré dónde estaban, por 300 millones que le dimos al CDS, que demostré dónde estaban y por 1.500 más en dos sentencias que han sido anuladas por el Comité de Derechos Humanos. Es decir, de las tres grandes condenas, en la originada por los 600 millones priobamos quiénes se habían quedado con el dinero; las ootras dos las declaró ilegítimas el citado Comité de Derechos Humanos. Pero no sirvió de nada. Lo que afirmo es que la intervención de Banesto fue una pantomima dramática para la democracia El mismo Ansón escribió que la misma no tenía que ver con cuestiones financieras sino con el pacto entre dos partidos".

Medios de comunicación. "En cierta ocasión me dijo Luis María Ansón que lo más importante de un medio de comunicación no es lo que se publica sino lo que se tira a la papelera, lo que tiramos para que no se publique, porque la publicación colisiona con los intereses de la empresa periodística o de sus director. A medida que el poder económico se concentra, la capacidad de la empresa, de ese poder económico, de influir en el medio se incrementa exponencialmente. Ansón me comentó tras la intervención de Banesto que si un solo medio de comunicación, uno, hubiera contado la verdad, no se hubiera podido seguir adelante con aquel proceso. Ya ve el silencio que medios principales han tenido sobre la salida de mi libro. Pero consiguen poco, porque evidencian el miedo al producto y confirman la veracidad de cuanto se expone en él. La sociedad civil lo percibe y se da cuenta del engaño y el libro se vende. Está claro que los medios de comunicación han perdido mucho de su prestigio anterior".

Fondos reservados. "Con dinero del Estado, de todos los españoles aunque se encerrara en el concepto de ´fondos reservados´, contrataron a una empresa extranjera para que me investigara. Se pagó ilegalmente para espiar a un ciudadano privado. Eso fue grave pero más grave fue que un magistrado del Supremo dictara una sentencia diciendo que eso no era delito. Ese era Martín Pallín, el mismo que luego dijo no al Comité de Derechos Humanos".

La cárcel. "He vivido años muy complicados. Soy un hombre creyente en la dimensión espiritual o trascendente del ser humano y eso me ha ayudado. En la cárcel, en donde estuve por razones injustas (en el libro habla de un pacto entre Felñipe y Aznar para intervenir Banesto y provocar su salida de la presidencia), cuando suena el cierre de los barrotes de la puerta ya no eres nadie, sólo aquello en lo que crees. Yo decidí resistirlo y me ayudó mucho esa dimensión espiritual y trascendente que tengo de la vida. No perdí las ganas de vivir, las tengo aún mayores ahora. Quiero estar aquí pero como me corresponde".

Gallego de fe. "La única cosa a la que aspiro es poder decir cosas que contribuyan a mejorar la sociedad que tenemos que construir entre todos. Hoy soy un hombre muy parecido a un hombre feliz. Y no tengo miedo ni quiero ser profeta. Soy un gallego de Tui con casa en A MKezquita que hoy vino a decir aquí consciente de su origen ´misión cumplida".

Paradojas. Mario Conde ya explñicó alguna vez paradojas que ha vivido y ayer explicó algunas. "En 1994 teníamos crisis del sistema y ahora tenemos supercrisis. Ese año empezaron a quebrar empresas; ahora lo han hecho miles. Esa dácada teníamos una ley de huelga preconstitucional y ahora seguimos con ella. En 1993, teníamos un ministro de Economía que se llamaba Solbes. El mismo que en 2008. Entonces fue al Parlamento, con una comisión de investigación. ´El único que tiene la crisis es Banesto´, dijo. En 2008, con una crisis real, silencio y ayudas para no dejarles caer. Inesperada esta ironía del destino con que te sorprendes. El que tuvo más gracia para explicarlo fue el señor Botín, cuando dijo que la compra de Banesto había sido el mejor negocio de su vida".