Jugar al parchís, a las damas o a las cartas; comprar solos en el supermercado o la farmacia; manejar un ordenador o saber qué hora es. Cosas tan sencillas que están presentes en la vida cotidiana de una persona pueden ser un obstáculo para personas ciegas o con deficiencia visual. Pero después de que Louis Braille inventase el sistema de escritura al que da nombre, las personas que no pueden ver han encontrado en la yema de sus dedos sus ojos.

La ONCE inauguró ayer en el local social de Caixanova de Vigo la exposición "Sistema Braille. La llave del conocimiento", una muestra que permite conocer la utilidad del braille, la evolución de los diferentes instrumentos utilizados para escribir en este sistema y los objetos que han sido adaptados a las personas ciegas.

Con motivo del bicentenario del nacimiento de su inventor, Louis Braille, la ONCE realiza una exposición itinerante que recorre todas las comunidades autónomas, la cual permanecerá abierta en la ciudad olívica hasta el domingo 4 de octubre. "Con estos objetos podemos no solo acceder a la comunicación, sino también a la educación, al empleo y al ocio con autonomía", explicaba ayer Arturo Parrado, director de ONCE-Vigo.

Así, entre otros objetos los visitantes pueden tocar un metro de carpintero, un pasatiempo, un cuento o etiquetas para la ropa con el sistema braille. "Para una persona ciega ir a un supermercado o a una farmacia y poder comprar solo es un inconveniente, por eso es necesario seguir apoyando la integración eliminando barreras", afirmó Dolores Venancio, presidenta del Consejo Territorial de ONCE-Galicia.

Representantes políticos y de la entidad financiera, así como representantes del mundo de la discapacidad, comprobaron en primera persona como el tacto es la mirada de las personas ciegas.