Para escuchar el repertorio al completo y remasterizado digitalmente de los Beatles ya no habrá que seguir desempolvando los vinilos o la aguja del tocadiscos. Tras finalizar en 2007 la larga batalla entre EMI y Apple Corps por las regalías de la música del cuarteto británico, ayer la discográfica EMI anunciaba que procederá a publicar por primera vez remasterizados digitalmente los álbumes de la banda de Liverpool. Según el sello, se trata del “proyecto de relanzamiento de catálogo más completo, cuidado e importante de la historia de la música”.

El relanzamiento de la discografía de los Beatles incluye los trece álbumes originales del grupo más la recopilación Past masters, que serán editados en estéreo en CD, un formato en el que no habían aparecido aún los cuatro primeros discos de la banda de Liverpool -Please please me (1963), With The Beatles (1963), A hard day’s night (1964) y Beatles for sale (1964)-.

Cada uno de los álbumes será editado en una réplica idéntica al diseño y al arte originales, incluidos los libretos de las primeras ediciones con nuevos textos y fotos inéditas.

Durante un periodo limitado, cada CD incluirá breves documentales sobre el álbum, que contienen imágenes de archivo, fotografías raras y conversaciones de los Beatles nunca escuchadas. Los catorce álbumes en estéreo, junto a un DVD con una colección de documentales, se lanzarán en una caja especial, también el 9 de septiembre.

Otra caja reunirá los diez primeros álbumes de The Beatles en versión mono, que también han sido remezclados, junto al disco “Mono masters”, la versión en mono del álbum Past masters.

Los discos de los Beatles fueron publicados en CD en los años ochenta, pero entonces no fueron remasterizados digitalmente.

Este proceso se ha llevado a cabo durante los últimos cuatro años en los estudios de Abbey Road -donde fueron grabadas la mayoría de las canciones del grupo- por un equipo de ingenieros que utilizó las últimas tecnologías de grabación junto a los antiguos equipos del estudio.

EMI ha explicado este proceso en un comunicado en el que destaca que se ha mantenido “cuidadosamente” la “autenticidad” y la “integridad” de las grabaciones analógicas originales, y que el resultado es “la más alta fidelidad al catálogo que se ha conocido desde su edición original”.

La discográfica ha relatado que el proceso de remasterización comenzó con un largo periodo de comprobaciones, pruebas y chequeos antes de transferir las cintas máster analógicas a los soportes digitales.

Durante la remasterización se acordó que los chasquidos eléctricos, golpes de aire en los micros producidos al cantar, silabeos excesivos y otros problemas “fueran solucionados hasta donde fuera posible, sin afectar a la integridad original de las grabaciones”, indica Emi, que asegura que la tecnología de reducción de ruido ha sido utilizada “de manera sutil y moderada”.

Una vez que todos los álbumes fueron transferidos, cada canción fue escuchada varias veces para detectar cualquier imperfección, en un proceso dirigido por Guy Massey, quien trabajó junto al ingeniero de restauración de audio Simon Gibson.

Después se procedió a comparar el sonido de las cintas originales con los nuevos transfer y cuando se acabó el proceso en cada álbum, se realizó una nueva y profunda escucha para dar los últimos retoques a la ecualización.