El eclipse total de Sol, que ha ocultado por completo las estrella en zonas del Artico, Siberia y China, y que no ha sido visible desde España, realizó su último contacto hacia las 13.45 hora española, según los datos facilitados a Europa Press por la expedición Shelios de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM), desplazada hasta la localidad siberiana de Novosibirsk.

El fenómeno alcanzó la fase de totalidad sobre las 12.44 horas cuando, al interponerse la Luna entre la Tierra y el Sol, quedó al descubierto durante dos minutos la región más externa de la atmósfera solar, denominada corona. No obstante, empezaron a registrarse movimientos una hora antes, en el momento en que el astro lunar empezó a desplazarse para ocultar a la estrella que, en España, se observaba con total normalidad. Hasta 2026, ningún punto de la geografía española se encontrará en la trayectoria de sombra de un eclipse total, sin embargo en las Islas Británicas, los londinenses pudieron ver una delgada muesca que cubrió el 22 por ciento del diámetro del Sol (un 58% en Moscú).

En cuelquier caso, este espectáculo astronómico se pudo seguir por distintos sitios web, encabezados por el de la NASA, que transmitía desde China. Con respecto a la señal de la expedición Shelios, el colapso en los servidores del Centro de Supercomputación y Visualización de la UPM impidió su retransmisión por la Red, aunque fuentes del centro aseguraron que próximamente pondrán a disposición del público el material en diferido con los comentarios del astrónomo del Instituto de Astrofísica de Canarias, Miquel Serra.

Los eclipses totales basan su importancia, además de en el aspecto visual, en sus múltiples usos astronómicos como el cálculo del brillo aparente del cuelo y la determinación de parámetros sobre la estructura y dinámica de la corona solar. Además, permiten la observación de planetas y estrellas en el cielo diurno.