Domingo combinó su completa capacidad interpretativa con la magnífica voz, gracia y dominio escénico de Tola, para entre ambos cautivar a un extasiado público que intentó detener la noche fresca y nublada con prolongadas ovaciones y reiterativos "\u00A1Bravo!".

Una primera parte de ópera como "O, souverain", "Sugel, buoundi" y "Some enchanted evening", fue la escogida por el llamado "tenor de tenores" para sintonizar con una audiencia adulta que incluyó funcionarios, políticos, empresarios, diplomáticos y turistas.

Y aunque público no llegó a completar la mitad de los 5.000 asientos del aforo del lugar, esto poco importó a quienes se deleitaron con un espectáculo que alguno de los presentes calificaron como de "fuera de serie".

"Gracias por su presencia, estamos muy contentos de estar aquí en este ambiente maravilloso", expresó Domingo, antes de cantar en español "The street where you live", como recuerdo, dijo, a sus inicios en el arte.

El ambiente ya estaba caldeado cuando Tola, con vestido blanco de lunares negros, asombró con su interpretación de "I could have danced all night", en la que su permanente sonrisa parecía coquetear con la audiencia.

El cierre de la primera parte correspondió a Domingo con "Tonight" del afamado musical "West side story".

Tras la pausa, la orquesta de músicos dominicanos y puertorriqueños abrió con "La boda de Luis Alonso", a lo que siguió Domingo con "La del soto del panal", en homenaje a la zarzuela española.

Pero fue con "Amor de mi vida", con la que el tenor español se hizo con su primera ovación de pie, la que repitió con el clásico "Júrame".

Domingo cedió entonces merecido protagonista a la soprano argentina Tola, quien se creció en "Canción de la paloma", y "El día que me quieras" de Carlos Gardel, "porque como soy argentina, un tanguito no cae mal", dijo.

Tola volvió a ser dueña del escenario gracias a su exquisita voz al interpretar "Te quiero dijiste", canción con la que recibió una estruendosa ovación que agradeció con su eterna sonrisa.

Las emociones se sucedían una tras otra, el público entregado, la orquesta perfecta y apareció "Siboney", que hiciera famosa el desaparecido tenor dominicano Eduardo Brito, cantada a dúo, antes de que Domingo "estallara" al ofrecer "Granada".

Los dos artistas se decidieron entonces a dar el "martillazo" de la noche para, de nuevo unidos, interpretar "Por amor", la famosa canción del dominicano Rafael Solano, que el público acompañó de principio a fin.

"Ojos verdes" y "El día que nací yo" fueron las coplas que eligió el madrileño reunidas en su última producción "Pasión española".

Sabedores ya de que habían sido protagonistas de primer orden de un espectáculo sin desperdicios, el público pidió más a los dos artistas, quienes le complacieron de inmediato con "Paraíso soñado", con baile incluido.

La aclamación final tuvo su recompensa al escucharse "El dúo de la viuda alegre", un estupendo cierre de cortinas ante un firmamento que guardó en tierra a sus únicas estrellas visibles, Plácido Domingo y Virginia Tola.