Los fuertes vientos que esta madrugada azotaron la comarca de Pontevedra dejaron un reguero de daños e incidentes en varios municipios, pero especialmente en Sanxenxo, donde se llegaron a registrar rachas próximas a los cien kilómetros por hora y que provocaron que un barco amarrado en Portonovo quedase a la deriva. La embarcación acabó en la playa de Baltar.

Además, se levantaron varias chapas de la cubierta del centro de salud de Baltar y del mercado de Portonovo y el módulo de salvamento de la playa de Canelas quedó totalmente destrozado al salir por los aires.A su vez, un árbol de grandes dimensiones se desplomó sobre una edificación auxiliar y garaje en Canelas.

Fuentes del Concello de Sanxenxo indican que también se rompieron cristales de una marquesina en Portonovo y varias persianas del CEIP de la localidad, mientras que en el de Nantes fue derribado uno de los elementos de juego del patio. El viento también arrancó la copa de una palmera del paseo de Baltar.

En municipios como Caldas, Portas y Moraña se registraron caídas de árboles y otros incidentes similares, según explican sus respectivos servicios de Protección Civil, mientras que en Poio la Policía Local tuvo que intervenir por la caída de una mimosa de grandes dimensiones en O Vao.

Los Bomberos de Pontevedra, por su parte, actuaron en árboles y ramas caídas en Xeve, Campañó y la Xunqueira de Alba.

El temporal "Félix" ha venido acompañado de rachas de viento que superaron de madrugada los 60 kilómetros por hora en la ciudad de Pontevedra, pero llegaron a 90 en Caldas y a 75 en Monte Castrove (Poio), además de los casi cien de la zona de A Lanzada, en Sanxenxo y los 131 contabilizados en Monte Xesteiras, en Cuntis.

Las precipitaciones también fueron intensas por momentos y entre la jornada del sábado y las primeras horas de este domingo, la estación meteorológicam de Campolongo, en la capital, ya acumula unos 60 litros por metro cuadrado.

La caída de postes de la luz y otros incidentes han provocado también cortes en el suministro eléctrico. La empresa Gas Natural Unión Fenosa informa de al menos tres fallos de este tipo en la provincia, el más grave de ellos en las parroquias de Tomeza y Marcón de Pontevedra, con cerca de 500 usuarios afectados. También hubo cortes, ya resueltos, según la empresa, en el entorno del río Lérez, y en Santo Tomé de Piñeiro, en Marín, con unos 300 abonados afectados aproximadamente.