La ANPA del Colegio Isidora Riestra aprovechó el suceso para denunciar la situación del resto del centro educativo. Dentro de sus protestas incluyen la falta de medidas de seguridad para impedir la entrada de cualquier persona a las inmediaciones del centro durante el período no lectivo.

De hecho, la oficina de la ANPA ha sufrido en las últimas semanas dos actos vandálicos. Los padres encontraron ayer la puerta forzada. Una vez en el interior, los agentes reconocieron en un primer momento daños en un ordenador y una estufa eléctrica.

Sin embargo, posteriormente, tras cotejar más datos, descubrieron que ambos objetos fueron introducidos por las personas que accedieron a la oficina sin permiso. Una vez dentro, los destruyeron.

La Guardia Civil ha encontrado en ambos aparatos huellas de jóvenes de unos 14 años, por lo que todo apunta a que fue un grupo de personas de personas de esta edad la que forzó la puerta durante el fin de semana.

Mientras, a finales de 2017, la ANPA denunció un nuevo allanamiento en el que se produjo el robo de dinero recaudado días antes para diferentes actividades.

Ambos sucesos se produjeron con nocturnidad y demuestran, según la ANPA, la poca seguridad de las infraestructuras del colegio.