El polémico caso de los dos polizones del buque "Kristin C", que salió con ambos a bordo del Puerto de Marín a mediados del pasado mes de diciembre a pesar de que los dos habían solicitado asilo político en España; ha recabado el interés del Defensor del Pueblo, a raíz de la queja formulada ante esta institución por la Comisión de Ayuda al Refugiado en Euskadi.

En una carta dirigida a Javier Galparsoro, presidente de CEAR Euskadi, el Defensor le informa de que ha realizaron diversas gestiones para recabar información sobre el caso ante la Subdelegación del Gobierno en Pontevedra. El Defensor en funciones, Francisco Fernández Maruguán, le confirma que la Subdelegación del Gobierno le ha remitido información al respecto en un escrito en el que comunica que los funcionarios de policía que entrevistaron a los polizones pertenecían a la Comisaría Provincial del Cuerpo Nacional de Policía de Pontevedra, pero en el que "no aclara las causas por las cuales no se trasladó a los solicitantes de asilo a las dependencias habilitadas en el puesto fronterizo hasta que el órgano competente decidiera sobre sus peticiones, tal y como se prevé en las instrucciones sobre tratamiento de polizones extranjeros", en lo que parece un reconocimiento de que hubo algún error a la hora de asistir a estas dos personas.

El Defensor del Pueblo añade que "a la vista de ello, además de formular un recordatorio de deberes legales a la Comisaría General de Extranjería y Fronteras, se ha solicitado información adicional para conocer las actuaciones que realizaron los funcionarios de policía, tras conocer la intención de los polizones de solicitar asilo", así como "las que estén llevando a cabo para localizar los interesados".

El Defensor queda a la espera de recibir esta información para darle traslado de su contenido a CEAR, una organización que, pese al esfuerzo realizado manteniendo contactos con diversas ONG de toda Europa, ha sido imposible conocer cuál ha sido el destino de estas dos personas. El pasado día 12 se cumplieron dos meses de la arribada a Marín de estos dos polizones que aseguraban ser de origen sirio y palestino y que aseguraban estar huyendo de la situación de conflicto en sus respectivos países.

Sin embargo, tras solicitar asilo político, el buque partió con ellos a bordo en dirección al norte de Europa sin que se tenga constancia fehaciente de donde pudieron desembarcar. Una marcha que no podría haberse producido mientras no se resolvía su petición de asilo en territorio nacional. Se cree que pudieran haber desembarcado en Alemania.