Son muchos los que echarán de menos sus empanadillas y su tortilla acompañados de un vermú al sol en su pequeña terraza en la plaza de San José. Uno de los locales hosteleros de mayor solera de Pontevedra, el bar "Americano", echa el cierre.

Su regente desde hace más de 36 años, José Guimeráns, no quiso hacer declaraciones sobre las causas que llevaron a este final de trayecto para el "Americano" y explicaba ayer que todavía desconoce cuando cerrará las puertas del emblemático de forma definitiva. No obstante, sí confirmaba que es algo inminente, "cuestión de semanas".

No obstante, según pudo saber FARO, la principal razón que lleva a este hostelero a bajar el telón de su histórico negocio, uno de los bares en activo más antiguos de la ciudad, es una sentencia judicial de deshaucio que acaba de dictar la Audiencia Provincial de Pontevedra el pasado mes de noviembre y que da por resuelto el contrato de arrendamiento que tenía este local desde el 25 de julio de 1981.

La razón por la que la Sección Primera del Tribunal Provincial dicta este fallo es el impago en el tiempo estipulado de los recibos de IBI tras una demanda interpuesta por la comunidad de propietarios del inmueble, dentro de la batalla legal que mantienen desde hace tiempo la comunidad de bienes dueña de local y el arrendatario que incluían, entre otras cuestiones, una solicitud de actualización de la renta antigua que se paga de alquiler por este establecimiento.

Esta última sentencia es el fruto de un recurso presentado por los propietarios del inmueble tras ser desestimada inicialmente su demanda por un juzgado de instrucción de la capital en favor de los arrendatarios. Los propietarios reclamaban a los inquilinos el pago de 923,56 euros del IBI de los años 2010 a 2015 que no se habrían abonado en tiempo y forma.

Aunque a posteriori de la demanda estas cantidades fueron abonadas, según consta en la sentencia, el proceso siguió adelante y finalmente la Audiencia Provincial dictó esta sentencia que obliga a los inquilinos a abandonar el local, un fallo que data del pasado 9 de noviembre. La Sección Primera de la Audiencia considera que los propietarios requirieron de forma "fehaciente" y sin que pudiera suponer una "sorpresa" para los inquilinos al pago de estos recibos del IBI a través de un burofax. Tampoco creen que se trate de una "pretensión desproporcionada o abusiva cuando solo se reclamó el derecho correspondiente a los últimos cinco años". El fallo daba a los arrendatarios un plazo de 20 días para dejar el local, pero un acuerdo con la propiedad ha permitido prolongar este plazo durante un breve espacio de tiempo.

El "Americano" cerrará sus puertas guardando entre sus cuatro paredes múltiples anécdotas sucedidas entre vinos y tapas. Aunque la familia Guimeráns lo regenta desde el año 1981, antes fueron su padre y el suegro de éste el que estuvieron al frente del bar desde finales de los años veinte del siglo pasado, cuando ya funcionaba como taberna, de ahí que es posible que cuente con cerca de un siglo de historia.