El Concello de Pontevedra comenzó esta mañana a reparar el alumbrado que le corresponde en el alumbrado del puente da Barca. La labor es muy sencilla, ya que apenas llega a 3.500 euros para reemplazar doce puntos de luz e instalar 27 pantallas estancas, una labor que se espera que esté terminada mañana martes.

Tras varias semanas de discrepancias con la Xunta sobre qué administración debía ejecutar esos trabajos en un vial autonómico, el gobierno local asumió la labor, a la espera de que el Gobierno gallego concrete su plan de rehabilitación integral del viaducto, para el que tiene presupuestados 1,3 millones de euros. Precisamente la existencia de ese proyecto llevó al Concello a descartar en un principio la reparación de la iluminación, pero después rectificó.

La actuación municipal en Pontevedra permite completar así una reparación del alumbrado que estaba muy deteriorado desde hace meses y que ya realizó Poio hace unos días en su parte del puente.

Los dos ayuntamientos decidieron actuar en A Barca tras las numerosas quejas por la falta de luz por parte de los vecinos, que ya venían protestando por el estado del puente, al que faltan varias planchas de su cubierta, que salieron volando con los temporales de 2017. La continuidad de la situación y la falta de un anuncio concreto por parte de la Xunta de la fecha en la que se llevarán a cabo los trabajos de rehabilitación del puente provocó cierta tensión entre administraciones, ya que mientras la Consellería sostiene que la iluminación es cosa de los ayuntamientos, estos le recuerdan que esta infraestructura es de titularidad autonómica.