La nutricionista Lorena Afonso disertará el próximo viernes en el cenro Vithas Salud Fisium sobre temas como el etiquetado de alimentos, cómo leerlos o qué grupos de personas han de tener cuidado con productos que pueden contener alérgenos. Y es que la especialista defiende que "el cambio de hábitos alimenticios empieza por la cesta de la compra".
- Se divulgaron "estudios" afirmando que ciertos alimentos, como aceites o pescados, eran potencialmente nocivos para la salud, informes que posteriormente fueron corregidos ¿estos mensajes contradictorios ayudan?
-Realmente no, son contradictorios porque tenemos Internet, que es una fuente información muy rápida y gracias a la cual el conocimiento científico también ha avanzado mucho, pero igualmente es una fuente en la que cualquiera puede escribir sobre alimentación, y además es un tema sobre el que mucha gente comenta porque todos nos alimentamos cada día y cada uno tenemos nuestra opinión, pero nuestra opinión no es un criterio científico para juzgar si una cosa es buena o mala. Y luego también están los estudios, muchos de los cuales se hicieron en el pasado sobre un número de población muy pequeño y que no estaban correctamente realizados porque el conocimiento científico en aquel momento no era el que tenemos a día de hoy. Después también está la industria, que nos intenta vender unos productos, que intenta darles una imagen que muchas veces no es la correcta. Y después está un tema de historia: muchos personajes en el pasado han defendido un tipo de dietas que a día de hoy se siguen considerando viables y que realmente ya no lo eran en aquel momento, así que es un conjunto de muchas cosas las que influyen para que se produzcan esos mensajes contradictorios.
- ¿Debemos leer el etiquetado de los alimentos o podemos perfectamente fiarnos de la industria?
-Bueno, se trata más de tener mayores conocimientos sobre lo que compramos. Sí que es verdad que en el etiquetado puede estar toda la información que necesitamos pero dependiendo de qué parte leamos podemos llegar a conclusiones erróneas, es decir, un producto que ponga que es bajo en grasas o bajo en calorías no por ello tiene por qué ser saludable, es real que es bajo en grasas pero puede ser alto en azúcares, por ejemplo. Es muy sencillo leer el etiquetado, incluso un niño puede hacerlo, pero hay que tener la información necesaria para hacerlo.
- ¿Qué debe incluir un etiquetado?
-Una de las cosas que me parece muy importante es el origen, tengo que saber si lo que estoy comprando es de dónde debería ser, un aceite de oliva virgen que sea español, las legumbres que sean de aquí y no vengan de miles de kilómetros de distancia, que también es muy importante. Después debe incluir la información nutricional, grasas, calorías, azúcar, proteínas, la sal sobre todo, y también la composición, qué ingredientes lleva este producto. En cuanto soy consciente de lo que estoy comprando y los ingredientes que incluye ya me puedo hacer una idea de si es lo que yo quería o me estoy llevando a casa otra cosa.
- ¿Es positivo restringir alimentos? ¿Los hay buenos y malos?
-Creo que si, hay alimentos buenos y otros que no lo son, y eso tiene que quedar claro: aquellos que no son buenos sí que deberíamos restringirlos en la medida de lo posible. Es cierto que hay que tener en cuenta ya no solo nuestras necesidades alimentarias sino el contexto, somos una sociedad en la que solemos salir a comer, en la que tenemos un estilo de vida que hace difícil limitar del todo esos alimentos, pero por lo menos en la medida de lo posible hay que reducir todo lo que son azúcares, sales añadidas, grasas saturadas, grasas trans, todo eso sí que deberíamos restringirlo.
- ¿Y qué no deberíamos reducir?
-Los alimentos reales, naturales, no debemos restringir ningún tipo de frutas ni de verduras, que deberían sustituir a los alimentos procesados.
- ¿Qué opina de estos productos que ponen rico en calcio, con vitaminas, bífidus etc?
-En principio una composición alimentaria saludable depende de las necesidades de cada uno, quizás a una persona que sea vegetariana si le interesa recurrir a ese tipo de alimentos, también a una persona con necesidades especiales, para la que sí que sería interesante consumir determinados tipos de alimentos, pero muchas veces la población sin tener conocimiento de qué es lo que necesita recurre a suplementos vitamínicos, minerales etc que muchas veces no necesita y que muchas veces también pueden ser perjudiciales para su salud.
- ¿Podemos hablar de pautas de alimentación saludables para toda la población?
-La alimentación debe adaptarse a nuestras necesidades, también al contexto y a nuestros hábitos, pero los principios básicos de alimentación son siempre los mismos: sobre todo realizar actividad física, porque la falta de ella es uno de los riesgos más importantes para nuestra salud, reducir el azúcar libre en menos de un 10% de nuestra ingesta calórica total, limitar el consumo de sal a menos de 5 gramos al día para reducir la tensión y el riesgo de enfermedades cardiovasculares, también reducir las grasas saturadas, grasas trans, el socio además de la sal (porque hay muchos alimentos que en vez de poner el contenido en sal lo pone en sodio, lo cual también puede dar lugar a equívocos) y sobre todo consumir más frutas y cereales integrales y beber más agua en vez de otros productos como colas, refrescos o refrescos.
- ¿En qué fallamos especialmente al alimentarnos?
-Realmente lo que más nos falla es el consumo de cereales integrales, que comemos muy poca verdura: la mitad de nuestros platos en el almuerzo y la cena debería ser frutas y verduras y realmente eso no es así, a pesar de que llevemos una dieta sana podemos estar comiendo carne muy magra y arroz integral pero las verduras nunca están dentro de nuestro plato.
- ¿Consumimos demasiada carne roja?
-En temas de macronutrientes se supone que no debemos superar al día el 15% de consumo de carne, sin embargo ese porcentaje suele estar por encima del 20%, que es casi el consumo para una persona deportista, y realmente las carnes rojas no son necesarias para nuestra salud, ni los alimentos procesados, todo lo que son embutidos y demás. Ese mensaje de que la carne produce cáncer va un poco por ahí, por los procesados, embutidos, ahumados etc, no son necesarios en ninguna cantidad, podríamos vivir perfectamente sin ellos y viviríamos mucho mejor de hecho.
