Manuel Moldes era profesor en la Facultade de Belas Artes de Pontevedra. "La docencia es algo que siempre me gustó. Estoy muy contento y me encuentro muy a gusto con las jóvenes generaciones. Intento contagiar a mis alumnos el amor por el dibujo, por el buen hacer, por preguntar cosas. Pintar es pensar. Hay que formarse e interesarse por el saber, por el conocimiento, por la física, por la biología, por todo. Es la base para sugerir ideas", consideraba el artista.

El pintor se planteó trasladarse a Nueva York, pero motivos personales y laborales (comenzó a colaborar con la revista Vagalume) hicieron que se asentase en Pontevedra. Su vinculación con la ciudad que le vio nacer fue tan grande que en 2007 fue el pregonero de las Festas da Peregrina.