La última oleada de robos en domicilios que ha sufrido la comarca, pero especialmente el rural del municipio de Pontevedra, ha venido a ensombrecer unos datos realmente positivos en lo que respecta a la evolución de la criminalidad en la ciudad del Lérez en lo que va de año. Según los datos hechos públicos ayer por el Ministerio del Interior, este tipo de delito, el robo en el interior de vivienda, sufrió un importante descenso de un 24,1% en los primeros tres trimestres del año, con respecto al mismo periodo de 2016. Claro que, para entonces, todavía no se habían producido esta última avalancha de robos que causaron una importante alarma en Pontevedra así como en otros municipios del entorno como Poio.

Unos robos, estos últimos, que parecen llevar el sello de una banda organizada, incluso que puede que itinerante, a la que la Policía Nacional y Guardia Civil siguen los pasos desde que se produjeron las primeras denuncias hace unas dos semanas.

Antes de que este grupo de delincuentes fijase su objetivo en las viviendas del rural pontevedrés, la evolución estaba siendo realmente positiva en la ciudad del Lérez. Entre enero y septiembre en la ciudad se habían denunciado 82 robos en domicilios en el término municipal, es decir, uno cada tres días. Aunque sigue siendo una cifra considerable, lo cierto es que rebaja de forma importante la cifra de 108 que se contabilizaban en el mismo periodo de 2016.

Los datos no solo fueron positivos en los primeros tres cuartos de años en este aspecto. Los robos también descendieron un 15% si a los domicilios se suman los asaltos a con fuerza a locales comerciales, bares y otro tipo de establecimientos o instalaciones, pasando de 195 a 165 entre enero y septiembre.

Hurtos

El descenso es significativo también en una modalidad delictiva que no es tan grave, pero que sí es la más habitual en Pontevedra y que provoca que la Comisaría de Pontevedra lance, de cuando en vez, campañas preventivas para intentar reducir el número de víctimas: se trata de los pequeños hurtos (en su mayoría sustracciones al descuido) que suponen la infracción penal más repetida en la ciudad de Pontevedra.

Entre enero y septiembre se denunciaron 800 hurtos en el domicilio frente a los 896 del mismo periodo de 2016. Esto supone una variación del 10,7%, un porcentaje bastante elevado si se tiene en cuenta que las cifras de estos delitos son mucho más elevadas que los de otros y, por lo tanto, la variación en porcentaje es también menor.

Estos primeros nueve meses de 2017 dejan también un descenso en aquellos delitos violentos de mayor gravedad. No se produjeron homicidios ni asesinatos consumados (tampoco en 2016) ni tampoco tentativas (sí hubo una el pasado año). Los delitos graves de lesiones y peleas tumultuarias bajaron notablemente (un 42%) de los 24 de 2016 a los 11 de este año y tampoco se reseña ningún episodio de secuestro.

Delitos sexuales

En Galicia, el delegado del Gobierno mostró cierta preocupación por el aumento de los delitos contra la libertad e indemnidad sexual, sin embargo la tendencia en Pontevedra es la opuesta. Este tipo de delincuencia bajó en la ciudad del Lérez de 24 casos en 2016 a 13 en los primeros tres trimestres del año. Aunque no se contabilizaron casos graves de agresiones sexuales con penetración, los 13 delitos que se registraron en la ciudad significan una media superior a uno al mes.