Ponte Caldelas lleva hoy a cabo la jornada de voluntariado para esparcir paja por parte de los montes quemados en el municipio. Esta "operación mulching" reúne a 150 participantes, repartidos en 20 cuadrillas de unas 15 personas cada una y que utilizarán unas 30 toneladas de paja y otras diez de restos de podas y otro material vegetal.

Ayer mismo se recogieron cinco toneladas en A Lama, producto de una limpieza que ven de realizar la comunidad de montes de Antas. Su presidente, Román Alén se la ofreció al alcalde de Ponte Caldelas, Andrés Díaz, para reforzar la operación de acolchado del terreno para evitar la erosión por arrastre de las cenizas.

Los tractores de los vecinos llevan ya dos días trabajando colocando las 30 toneladas de paja adquiridas por el Concello en los lugares escogidos por los ingenieros forestales que coordinan esta operación según los criterios establecidos por los expertos del Centro de Investigaciones de Lourizán. Las zonas, seleccionadas también con el apoyo de las comunidades de montes, pretenden proteger a los acuíferos antes de la llegada de las lluvias.

El gobierno local coordina todo el operativo para atender las demandas de los vecinos sin esperar a la reacción de la Xunta.

El material solo alcanza para proteger los acuíferos más sensibles. En los últimos días ya se ha detectado la llegada de cenizas a los depósitos de una traída de aguas vecinal y hace falta prevenir la contaminación en las restantes, según recalca el Concello.