La Policía Local de Pontevedra detuvo a un hombre de 22 años por un nuevo caso de violencia de género. De nuevo la colaboración ciudadana fue fundamental, dado que el arresto se produjo el domingo, cuando la Policía Local recibió una llamada de un particular alertando de que acababa de presenciar como un hombre había agredido a una joven en el entorno del recinto ferial.

De inmediato se dirigió a la zona una patrulla de la Policía Local que al llegar observó en el estacionamiento interior de la calle Alexandre Bóveda a una pareja de jóvenes que coincidía con la descripción aportada por el alertante. El joven hace aspavientos y la mujer estaba haciendo el gesto de limpiarse las lágrimas con su cazadora. Al acercarse, comprobaron que la chica presentaba un golpe en los labios del que manaba algo de sangre y una contusión en la sien. Mientras que el alertante había descrito como el joven, supuestamente, la había empujado violentamente y tras tropezar con un banco cayó al suelo, en el lugar de los hechos la joven insistió en negar que su acompañante la hubiera agredido. Tras ser preguntada por los agentes acerca de los golpes que presentaba aseguró que iba caminando y "no vio una pared por lo que chocó con ella".

Comportamiento violento

Ante las manifestaciones del testigo y esta contradicción, finalmente acabó reconociendo que la empujó y que la quería llevar a su domicilio contra su voluntad. El hombre fue detenido y trasladado a los calabozos de la Comisaría en donde su comportamiento siguió siendo bastante violento. De hecho, en un momento dado solicitó recibir asistencia médica y en su traslado al centro de salud de A Parda golpeó reiteradamente las puertas del vehículo policial hasta que desencajó una ventana y finalmente la rompió.

La mujer víctima de los hechos tiene solo 20 años de edad, según confirmaron fuentes policiales.