La polémica por la continuidad de Elnosa también volvió al pleno. Fue a raíz de una moción de Marea Pontevedra que reclamaba un acuerdo para instar a la Xunta a hacer cumplir el plazo dictaminado por la Unión Europea de 11 de diciembre de 2011 para cesar la actividad en Lourizán. La defensa de esta moción por parte de Marea coincidió con una concentración por parte de los trabajadores de Elnosa ante la sede de este partido como medida de protesta.

En la defensa de la moción, Marea contó con el apoyo del PSOE y del BNG, así como de Ciudadanos. Agustín Fernández recordó que los socialistas pontevedreses siempre fueron "muy claros" en cuanto a la clorera y a Ence y situó el origen de esta problemática en una "vergonzosa" modificación de la ley de Costas aprobada por el PP que permitió la continuidad de estas empresas.

En la misma línea, Carme da Silva, del BNG, insistió en que el PP está siguiendo con Elnosa la misma "hoja de ruta" que con Ence: Aprobar una nueva autorización ambiental integrada, decreto de supramunicipalidad para saltarse urbanísticamente al Concello y finalmente la prórroga de Costas. Da Silva quiso remarcar que desde la Xunta insisten en que la última palabra sobre la continuidad de Elnosa en la ría será de Costas del Estado, pero los acusa de ocultar el hecho de que "sin la autorización ambiental de la Xunta y sin la supramunicipalidad, Costas no podría prorrogar la concesión". Añadió, además, que un plan supramunicipal sería "discrecional, dado que no se cumplen los requisitos".

Por su parte, el PP planteó sumarse a la moción si se especificaba que se pedía el cese de la actividad con mercurio en la fábrica como señala la directiva de la UE, pero no compartió reclamar el cese de la actividad en general, dado que la empresa presentó un proyecto para utilizar una tecnología más limpia. Señaló que, si cumple la legalidad, la apuesta del PP es por mantener el empleo: "Pontevedra no está como para cerrar empresas y mandar a trabajadores la paro".

Kim Yong-un en Tambo

Luis Rei, de Marea, ironizó a este respecto y planteó al PP que, si se trata de crear empleo a toda costa, se podría mandar "una misión comercial a Pyongyang" para convencer a Kim Yong-un para que instale sus fábricas de misiles en la isla de Tambo.