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Beatriz San Román: "Hay 20.000 familias esperando un niño y muchas nunca lo tendrán"

La especialista analiza en el congreso celebrado en Pontevedra la adopción internacional

La doctora en Psicología, Beatriz San Román ayer tras su conferencia en el Pazo da Cultura. // G. Santos

"De expectativas e realidades" es de lo que trata el II Congreso Galego sobre Adopción que estos días se celebra en el Pazo da Cultura. Repensar el modelo de nuestro país, reflexionar sobre nuestros errores y comprender que adoptar supone un proceso de construcción de identidad infinitamente más complejo que cualquier papeleo son algunos de los temas sobre la mesa. San Román, experta voz que se dedica a entender a los protagonistas, los niños, llama a pensar en ellos antes que en nuestros deseos.

-Su charla habla de expectativas incumplidas en la adopción internacional ¿Cómo nacen y se frustran?

-Galicia y España en general se incorporaron tarde a la adopción internacional. Hasta el último tercio del siglo XX éramos lo que, en la jerga de la adopción, llamamos un país de origen. Aquí venían otras parejas a adoptar un niño. Entonces empezamos a adoptar en el extranjero y la evolución fue espectacular. En muy poquitos años nos convertimos en el segundo país del mundo que adoptaba más niños, solo por detrás de EE.UU. En relación a nuestra población, éramos los primeros y ese boom se hizo con unas expectativas muy poco realistas.

-La primera de números.

-Pensábamos que en otros países había un número infinito de huérfanos esperando a que fuéramos a adoptarlos y después descubrimos que ni eran tantos ni eran huérfanos. En estos momentos tenemos en España más de 20.000 familias esperando a que se les asigne un niño en adopción internacional. Muchos nunca van a tener un niño. Se hacen menos de 1.000 adopciones al año.

-¿Por qué tan pocas?

-La mayoría de las personas que inician un proceso de adopción tiene en mente formar una familia y para ella piensan en un niño sano y cuanto más pequeño mejor. Hoy sabemos que la mayoría de niños que necesitan una adopción porque se han quedado sin familia no son niños pequeños y sanos. En muchos de los lugares del mundo, un bebé pequeño y sano tiene quien lo cuide. Un padre y una madre, la comunidad? Los niños que necesitan adopción son los niños con necesidades especiales.

-Existe un desajuste...

-Sí. Entre el perfil de lo que las familias desean y los niños que necesitan ser adoptados. Lo que nos hemos encontrado en adopción internacional es que haber enviado más expedientes de los que se necesitaban ha tenido dos efectos. Por un lado el aumento de los tiempos de espera. Hace diez años una familia mandaba sus expedientes a China y a los siete u ocho meses tenían aquí a su hija. Ahora las familias que viajan a China tienen siete años de espera. Por otro, hemos ejercido una presión tan fuerte que han salido de sus países de origen niños que no necesitan salir, niños que tenían una familia.

-¿Y qué hace que algo tan sensible se convierta en un mercado en el que se satisface de ese modo la "demanda"?

-Intermediarios sin escrúpulos. Al final, aquí se mueve dinero. La adopción es un sistema de protección de la infancia, pero cuando la "demanda", entre comillas, excede a la "oferta" hay gente dispuesta a crear la oferta. Muchas veces con coacciones o con engaños,. Hemos tenido niños que han venido y sus familias creían que era algo temporal y se han quedado.

-¿Hay una edad de adopción ideal?

-Algunas investigaciones señalan que a más edad, mayor riesgo de problemas. Pero un niño de dos años y medio, que casi desde que nació ha estado en un centro con poco personal, en el que apenas le hablaban ni tocaban a lo largo del día, que le enchufaban un biberón y ya, tiene mucho peor pronóstico que un niño de nueve años que ha construido un buen vínculo con su familia y tiene unas bases emocionales fuertes, que pierde a su familia en un accidente. Lógcamente tendrá que hacer un duelo, pero tiene más herramientas para volver a confiar, para vincularse, para relacionarse. Más que de la edad, los factores de riesgo vienen por determinadas circunstancias.

-Hábleme del mito del amor, que alguna vez ha apuntado.

-Creíamos que el amor todo lo puede y que a los niños adoptados habría que explicarles que lo son, pero, si elegíamos bien las palabras, lo iban a encajar con naturalidad y listo. No supimos ver la complejidad y los retos añadidos. A nivel de construcción de uno mismo, de tener una narrativa coherente de tu vida, lo que llamamos identidad. Explicarte por qué estás aquí, por qué en esta familia, qué pasó antes. Necesitan darle un significado a las diferencias físicas evidentes cuando las hay. Hay todo un universo en el que les hemos dejado solos.

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