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Las consecuencias de los incendios forestales de 2016 · Los afectados hablan un año después

Temor en la comarca a un nuevo verano de fuegos

Los vecinos de Pontesampaio y Cotobade centran sus críticas en la falta de limpieza de los montes y la proliferación del eucalipto

Cuando se cumple un año de la última oleada de incendios, que el verano pasado asoló a la comarca de Pontevedra, los vecinos de los concellos más afectados, especialmente los del Cerdedo-Cotobade, siguen temiendo a los fuegos. Creen que el actual estado de los montes, en su gran mayoría sin limpiar, favorecería fácilmente la propagación de las llamas. Cargan, sobre todo, contra las plantaciones de eucaliptos de los particulares, que apuestan por esta especie pirófita como una fuente de ingreso. También incluyen en el centro de sus críticas a aquellos que provocan los incendios.

Muchos de los vecinos se ven obligados, ante la desidia de aquellos con los que comparten lindes, a asumir la limpieza de las propiedades ajenas. Es una forma de prevención que nadie les paga, pero que no tienen más remedio que realizar.

Poca vegetación

Los incendios más graves del año pasado en el municipio de Pontevedra tuvieron lugar en Pontesampaio. El fuego comenzó en el lugar de O Rañadoiro, hoy todavía sin recuperar y con evidentes signos del paso de las llamas. El paisaje es desolador y la vegetación no acaba de crecer, en parte también por el clima seco del último año, con pocas lluvias. Es muy similar en Acevedo, donde entonces se procedió a desalojar a varias familias por el peligro.

También en el concello de Cerdedo-Cotobade, que este año endureció su normativa para obligar al mantenimiento de las propiedades, todavía se ven los efectos de los incendios de hace un año en las parroquias de Tenorio, que fue provocado con tres focos; Almofrei, Carballedo y Viascón.

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