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El plan autonómico de mapa de autobuses, para 2019

Ningún municipio de la comarca acepta aportar fondos al plan de transporte público de la Xunta

Solo Pontevedra ha reservado 225.000 euros, como contrapartida del BNG a Marea por apoyar el presupuesto municipal de este año -Una encuesta entre los nueve concellos implicados apenas logra resultados positivos

Autobús de la línea Pontevedra-Marín, en la parada de la plaza de Galicia. // R. Vázquez

Un total de 225.000 euros reservados por el Concello de Pontevedra para un eventual plan de transporte metropolitano que pueda implantar la Xunta en la comarca para el horizonte de 2019. Es la única posibilidad de financiación por parte de los nueve municipios implicados en este programa con la que podría contar el Consellería de Infraestruturas si finalmente fragua esta reordenación de las líneas de autobuses de viajeros que se persigue desde hace años.

Una encuesta realizada por la Xunta entre los nueve municipios ha revelado el nulo interés de la administración local por aportar fondos. Poio, Sanxenxo, Vilaboa, Cerdedo-Cotobade y A Lama así por plasmaron por escrito en sus respuestas de la encuesta, mientras que Pontevedra, Marín, Ponte Caldelas y Bueu ni siquiera llegaron a contestar, según la documentación autonómica. La capital incorporó hace unos meses una partida de 225.000 euros a su presupuesto por imposición de Marea y como condición de esta formación al BNG para sacar adelante las cuentas de este año.

Este proyecto forma parte de una nueva "planificación del sistema de transporte de viajeros" y la reorganización del mapa de lineas, que incluya la modalidad bajo demanda. Su objetivo es reorganizar todas las líneas de autobuses actuales de modo que se frene la pérdida de usuarios y se cree una auténtica red metropolitana de autobuses. La prioridad son siete concesiones actuales que tienen su origen o destino en la capital y que pasan al menos por ocho municipios de la comarca: Pontevedra, Cotobade, A Lama, Marín, Poio, Ponte Caldelas, Sanxenxo y Vilaboa.

Las empresas concesionarias han adelantado ya a la Xunta su intención de abandonar el servicio, dada su "escasa rentabilidad". La intención de la Xunta es licitarlas de nuevo por si otra empresa quiere hacerse cargo de ellas, ya dentro del plan autonómico y con posibles bonificaciones. Para ello se utilizarían los fondos municipales, hasta ahora escasos.

Las líneas son las siguientes: Castelo (Lérez)-Pontevedra, de Autocares Rías Baixas; Pazos de Borbén-Pontevedra, de Autos Arcade; Puente Internacional-Tui, Pontevedra, de Castromil; Pontevedra- Lérez-Santa María de Xeve, de Autobuses de Pontevedra; Pontevedra con Marín y Alba, de la misma empresa; A Cañiza-Pontevedra, de Empresa Raúl, y las líneas de La Unión hacia Bueu y Vilagarcía, que están agrupadas en una misma concesión. Esta última es la que declara mayor volumen de ingresos, de mas de 1,5 millones. El resto oscila entre los 37.000 y los 700.000 euros de ingresos declarados, según los datos que aporta la Dirección Xeral de Mobilidade

La conselleira de Infraestruturas, Ethel Vázquez, explicó ayer en el Parlamento que la intención es que los nuevos servicios estén operativos a la finalización de los contratos actuales, muchos de ellos en agosto. En el caso de Pontevedra, la mayor parte de las lineas ya caducaron, aunque siguen en funcionamiento y la Xunta garantiza que no se anularán.

Eso sí, para Pontevedra el horizonte en 2019 y el proceso avanza con lentitud. Según recordó ayer Vázquez, "en 2016, se licitaron y se adjudicaron los seis estudios para la ordenación del transporte público y se desarrolló una normativa completa de las actuaciones a llevar a cabo en esta primera fase" Una de esas áreas es la pontevedresa.

Añade que "a lo largo de estos meses se realizó una diagnosis de la situación actual, recopilando información sobre los servicios regulares de uso general y se convocaron reuniones con los concellos para ser informados de todo el proceso que se realiza". También "se le remitió una encuesta a cada municipio, en la que se solicitaba información referente al nivel de satisfacción del servicio, principales demandas de los usuarios, propuestas municipales o posibles líneas de colaboración a las que estarían dispuestos". Es en este último punto donde la respuesta municipal fue negativa en todas las respuestas recibidas.

Encuestas a usuarios

Indica la Xunta que además de los concellos, "también se realizaron encuestas a usuarios del servicio de transporte en cada una de estas seis zonas objeto de estudio al fin de conocer la demanda y la oferta actual de servicios", si bien la conselleira no aportó ayer en el Parlamento detalles de sus respuestas.

Esta información "permite identificar los principales ejes de demanda en cada zona del territorio, tanto la demanda actualmente atendida como la que se mueve en vehículo particular" y establecer los objetivos para la segunda fase del programa, de aquí a 2019. Al respecto, Infraestruturas indica que "una vez culminada esta fase en el mes de agosto, se continuará de manera inmediata y hasta 2019, con los trabajos correspondientes a la segunda, que abarca la elaboración e implantación del Plan de Transporte Público de Galicia y en la que se completará la reorganización y modernización del mapa con el desarrollo de los sistemas de transporte bajo demanda y en la que los nuevos servicios estarán operativos y las tecnologías implantadas. Este nuevo mapa de servicios, de forma piloto en esta primera fase y generalizada en la segunda, determinará las rutas regulares de prestación continua; las previamente establecidas, que se prestarán en los días y horas en los que exista demanda; y los nuevos sistemas de reserva del servicio, para llevar el transporte al lugar que se necesite a la hora en que se precise mediante una reserva hecha con anterioridad".

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