En el juicio también declaró la persona que destapó con su denuncia ante la Fiscalía este posible caso de fraude a la administración. Se trata de Marcos Lojo, a quien el dueño de la cantera, Juan Luis Abal, encargó en un primer momento la gestión ante la administración de todo el proceso expropiatorio a cambio de un 5% de la indemnización.

"Él me dijo que todo eso no valía más que 100.000 euros", aseguró este testigo, quien dice que estuvo trabajando más de dos años con personal especializado para preparar esta petición por valor de 1,2 millones que Marcos Lojo realmente cree que vale la cantera. No obstante, asegura que posteriormente Juan Luis Abal rescindió el contrato y no le pagó este 5%. "Me dijo que ya no necesitaba mis servicios", dado que "después del cambio político" en la Xunta (es el año 2009 cuando el bipartito da paso a un nuevo gobierno del PP) "ese dinero ya no se lo iban a dar por mi trabajo sino por ser él quien era" y que "tú no vas a chupar de nosotros". En su denuncia ante Fiscalía, Marcos Lojo aludió a la relación familiar de Juan Luis Abal, el dueño de la cantera, con el entonces presidente del PP y la Diputación de Pontevedra, Rafael Louzán, dado que son primos segundos. En su declaración ayer reconoció que esa alusión a la relación familiar entre Louzán con el dueño de la cantera y esta indemnización expropiatoria "fue cosecha mía", pero añadió que "somos del mismo pueblo y todos nos conocemos".