La Policía Local de Pontevedra detuvo el pasado sábado, en el espacio de una hora, a dos hombres, uno por un presunto delito de violencia de género y otro por presunta violencia en el ámbito familiar.

Alrededor de las 20 horas se recibió una llamada en la central de comunicaciones de la Policía Local (092) alertando de los gritos de una mujer en un piso de un edificio en el centro de la ciudad y señalando el alertante de que no era la primera vez que esto se producía.

Desplazada una patrulla hasta la vivienda, los agentes escucharon los gritos en el interior del domicilio llamando reiteradamente a la puerta e identificándose como policías.

Pasado un rato, una mujer de 26 años de edad y con hematomas en la cara, les abrió la puerta y ella misma les confirmó que había sido agredida por su pareja y reconoció además que no era la primera vez.

El interior de la vivienda se encontraba con el mobiliario todo revuelvo y con ropa tirada por el suelo y en el salón estaba su pareja, un hombre de 35 años de edad así como un niño de cinco años, hijo de ambos, y que, según manifestó la mujer, se encontraba en presencia de ambos cuando ella sufrió la agresión.

Ante estos hechos, y aunque la mujer rechazaba presentar denuncia contra su presunto agresor, los agentes de la Policía Local de Pontevedra procedieron a la detención del hombre y a su traslado a dependencias policiales para su posterior puesta a disposición judicial por un presunto delito de violencia de género.

Una vez más, la Policía Local de Pontevedra quiso poner en valor la implicación de la ciudadanía a la hora de denunciar este tipo de delitos. En este caso, la determinación de la persona que escuchó los gritos de la mujer y llamó a la Policía permitió la rápida intervención policial y la detención de un hombre.

Una hora más tarde, sobre las 9 de la noche, una patrulla de la Policía Local se desplazó hasta otro domicilio en la calle Rosalía de Castro en el que, al parecer, se estaba produciendo una bronca familiar en la que un hombre quería agredir con un cuchillo a su padre. Llegados al lugar, los agentes observaron en el interior de la vivienda de cómo el padre y la hermana de este hombre intentaban inmovilizarlo, procediendo los agentes a separarlos.

Los familiares manifestaron que los acababa de amenazar con un cuchillo de cocina. Al parecer este hombre está a tratamiento psiquiátrico.

El hombre fue puesto a disposición judicial el domingo, aceptando una pena de trabajos en beneficio de la comunidad durante 40 días, seis meses de prohibición para la tenencia de armas y alejamiento del padre en un juicio rápido.