"Los niños de 10 y 11 años ya comienzan a adquirir cierta independencia y es fundamental que conozcan las normas básicas de circulación porque son pasajeros, pero además peatones y conductores de bicicleta", explica Antonio Duarte, el jefe de la Policía Local al pie del circuito que estos días permanece montado en la explanada de A Seca. Señales de todo tipo, semáfotos, pasos de cebra y márgenes de calzadas simulados que provocaban más de un problema para algún conductor novel construyen el circuito por el que pasan estos días alrededor de 250 alumnos de Quinto curso (y Sexto en algunos casos) de todos los centros de Poio.

"Notamos un enorme avance conforme va avanzando la actividad práctica. Es evidente que los niños aprovechan para jugar, pero en ese juego también se aprende. Al final de la mañana ya son mucho más respetuosos y tienen los conceptos más interiorizados", explica una profesora del CEIP Viñas, el primero en probar una actividad que tiene afán continuista. "La idea es que dentro de cinco años todos los alumnos que ahora están en Primaria hayan pasado por esta formación vial", expone Duarte.

Mientras, los docentes también se muestran predispuestos a una continuidad de este tipo de iniciativa: "Los planes curriculares no incluyen esta formación fundamental para adquirir fundamentos cívicos".