Ponte Caldelas sufrió una revolución. La mañana de ayer generó una actividad inusual en la localidad pontevedresa. 15 minutos después de lo previsto apareció Pedro Sánchez en el coche particular de Andrés Díaz. El regidor le condujo primero hasta la Casa Consistorial, donde saludó a los trabajadores y comenzó su particular sesión de fotos. Entre los reporteros gráficos y las personas que, cada poco, le solicitaban para lograr una instantánea con el que fue candidato a presidente del Gobierno, Sánchez vivió para las cámaras.

Tras conocer el Concello,el alcalde le condujo a dar un paseo por el centro urbano. Acompañados de diferentes cargos políticos y con la anécdota de la presencia de Gonzalo Caballero, sobrino del alcalde vigués, el madrileño visitó en persona lugares emblemáticos como la estatua de la trucha o el puente sobre el río. El séquito de periodistas y demás personas que siguieron el paseo hizo que los vecinos se acercasen para saludar de primera mano al candidato socialista.

Por último, unos 120 socialistas se reunieron en un local de Ponte Caldelas para compartir comida.