"El alcalde sabe desde hace veinte años , cuando en 1997 se adjudicó el contrato actual, que la concesión del servicio municipal de aguas finaliza ahora", en concreto el próximo martes día 28 de febrero "y han tenido 17 años -desde que el BNG gobierna el Concello- para preparar un nuevo concurso y no tener que acudir a un prórroga que resulta inconcebible".
De este modo, el portavoz del PP en el Concello, Jacobo Moreira, criticó la decisión del gobierno, que debe acordarse en cuestión de horas, y atribuyó la prórroga a la "parálisis del gobierno de Lores" y a su "incapacidad para la gestión", un problema que "se repite con otros casos similares o incluso más graves; lo vimos con el contrato sobre la recogida de basura, que va por la segunda prórroga; lo vimos con el contrato para el mantenimiento de jardines con varias prórrogas irregulares; lo estamos viendo con el contrato de las piscinas de Campolongo, estamos camino de la octava prórroga, o la construcción del aparcamiento de la plaza de España con la que estuvieron dando vueltas durante diez años".
En el caso de la basura también está a punto de concluir la concesión, en julio próximo y tampoco están cerradas las condiciones para una nueva adjudicación. No obstante, el nuevo contrato para la recogida de residuos sólidos urbanos es mucho más complejo, al incluir un cambio radical del sistema de tratamiento, basado en el compostaje. En cambio, el servicio de agua apenas tendrá variaciones, salvo la inclusión de nuevas contraprestaciones, que elevarán el precio del servicio muy por encima de los actuales seis millones de euros al año.
Por ello, Moreira insistió ayer en que "el BNG sabe desde hace veinte años que esta concesión vencía en febrero de 2017, tuvieron 17 años para preparar un nuevo contrato y una vez más, no hacen los deberes a tiempo porque el BNG no es capaz de gestionar los principales asuntos que afectan a los pontevedreses". Por ello, el PP se pregunta "a qué se dedica el alcalde".
En el marco de una estrategia del PP desde hace unas semanas, Moreira aludió ayer, una vez más a la "paralización de la maquinaria municipal: obras paralizadas, proyectos paralizados y renovaciones de contratos paralizados", señaló el portavoz de los populares, que lamenta que "esto supone importantes perjuicios para los vecinos con asuntos tan importantes como la instalación del saneamiento, que tendrá que esperar aun más tiempo, o que se demore la reducción de las exigencias que obligan a conectarse a la red".
El gobierno local denunció el actual contrato, para evitar una prórroga tácita, en agosto pasado, pero seis meses después aún no ha logrado convocar el concurso de una nueva adjudicación. La previsión es que la moratoria por un año se aprueba esta misma semana, o a más tardar el lunes.
