Un pontevedrés, José Manuel C. H., aceptó esta mañana una pena de dos años de prisión como autor de un delito de lesiones graves por fracturar los dientes a otro conductor en plena calle en Pontevedra tras golpearle con un bate de béisbol. La pena de cárcel fue suspendida por la Audiencia de Pontevedra aunque a condición de que el acusado abone las cantidades en las que el mismo aceptó compensar a la víctima en materia de responsabilidad civil y a que cumpla la orden de alejamiento de la víctima que también se le impone y que le impide acercarse a menos de cien metros o comunicarse con este otro pontevedrés durante un periodo de tres años.

Inicialmente, en su comparecencia ante los magistrados de la Sección Cuarta de la Audiencia de Pontevedra, el acusado asumió la pena que le solicitaba el fiscal pero indicó que "no hubo ningún bate de béisbol por medio". Luego su abogado le recordó que debería asumir los hechos que señalaban las acusaciones para sellar el acuerdo pactado por fiscal y acusación particular y el acusado se limitó a señalar que reconocía los hechos. Así, la presidenta de la Sección Cuarta procedió a dar lectura a la sentencia "in voce" que las partes ya adelantaron que no piensan recurrir ante instancias superiores. Esta pena condena a José Manuel C. H. como autor de un delito de lesiones graves con las atenuantes de reparación del daño y confesión. Establece una responsabilidad civil que deberá abonar el acusado a la víctima de 9.700 euros así como las costas de la acusación particular.

Los hechos, según el relato de la Fiscalía, se remontan a la mañana del 14 de enero del pasado año. La víctima circulaba con su coche por la calle Costado, en Mourente, con el acusado detrás. Aprovechando que la víctima realizó una maniobra de cambio de sentido en un vial sin salida el acusado cruzó su coche detrás, impidiéndole la marcha. Acto seguido el acusado se bajó del coche portando un bate en la mano, abrió la puerta del conductor y le golpeó en la boca. Luego afirma que intentó sacarlo del coche, lo que no logró al agarrarse la víctima al volante, golpeándolo en las piernas. La víctima sufrió la pérdida de los cuatro incisivos superiores como consecuencia de la agresión.