Los vendedores de la plaza de abastos de Pontevedra presentarán alegaciones al nuevo reglamento del mercado, aprobado en el último pleno ordinario del año. Los placeros tratarán de frenar esta ordenanza que -según denuncian- se ha elaborado a sus espaldas y pensando únicamente "en los futuros locales de la planta alta" y sin tener en cuenta a los llevan "toda la vida" en los puestos de venta tradicionales.
Los vendedores se sienten "despreciados" por el equipo de gobierno y en concreto por el concejal de Mercados, Vicente García Legísima, "que no nos ha convocado a una reunión formal ni una sola vez; solo ha hecho encuentros rápidos, de pie, sin convocar oficialmente, en el propio mercado y en la lonja, para presentarnos decisiones tomadas y sin que nosotros pudiésemos aportar nada", explica la portavoz de los placeros, Celia Abal.
"Ignorados"
Los profesionales del mercado se sienten "ignorados" por el grupo de gobierno local, que entienden que ha hecho un reglamento para perjudicarlos. Denuncian que no han tenido acceso a la ordenanza ni al proyecto previsto para la planta alta del mercado de forma oficial, es decir, en una mesa de negociación con los responsables municipales y los usuarios.
Critican también la "cobardía" de los grupos de la oposición, por abstenerse en esta votación en el pleno, "abandonando" a los vendedores del mercado y desatendiendo las necesidades de la plaza, "por miedo a oponerse a un proyecto que no se han preocupado por conocer a fondo".
Celia Abal explica que la nueva ordenanza del mercado pretende desanimar a los vendedores históricos a mantener sus negocios y les empuja a dejarlo todo en beneficio de los nuevos locales que quieren poner en la parte alta. Con la nueva ordenanza, los concesionarios "de toda la vida" solo pueden traspasar el puesto a sus cónyuges o a sus hijos, posibilidades cada vez más limitadas, dado tanto las parejas de los concesionarios como sus hijos suelen tener sus vidas enfocadas por otros caminos. En otro caso, las concesiones retornarían al Concello.
El reglamento del Mercado fue aprobado inicialmente por el pleno hace una semana, después de que un mes antes el gobierno local se viera obligado a retirarlo de la sesión de noviembre forzado por toda la oposición, que alegaba que esta normativa no había sido consensuada con los vendedores. Sin embargo, un mes después el texto regresó sin cambio alguno al pleno y el BNG puso sacarlo adelante gracias a la abstención de PP, PSOE, Marea y Ciudadanos.
