Los agentes de la Policía Local en conflicto con el Concello desde hace semanas en demanda de una "equiparación salarial", han mostrado su disconformidad con la señalización del tráfico que utiliza el equipo de gobierno en el casco urbano. Un informe suscrito por los delegados de Comisiones Obreras Antonio Millares, y de UGT, José Manuel Moldes, detalla anomalías en la señalización provisional de actividades en la calle, en los vados a las puertas de los garajes y en las que determinan las prioridades circulatorias en áreas residenciales y en las zonas de servicios. También inciden en la vieja polémica sobre el uso exclusivo del idioma gallego, pese a que el Reglamento General de Circulación (RGC) obliga a que también figure el castellano.

El análisis de estos agentes cita los casos concretos de Loureiro Crespo, ante el Hospital, la calle Cruz Gallástegui y la de Alameda como ejemplos de señalización que "genera confusión entre los conductores".

También hacen referencia a las señales de vado permanente, en las que no figura ningún tipo de licencia municipal y subraya que ya existen sentencias al respecto favorables a los conductores, como ocurre también con las vallas provisionales que se colocan en calles para prohibir de forma temporal el estacionamiento a consecuencia de determinadas actividades como procesiones, cabalgatas o carreras atléticas. Estos policías apuntan que estas vallas se pueden mover o caer accidentalmente, son difíciles de ver y suponen una "práctica antirreglamentaria e incorrecta".

De este modo, los agentes en conflicto con el gobierno local, mantienen sus divergencias con todas las medidas que adopta el Concello en materia circulatoria y de seguridad, como ya ocurrió en su día con el tránsito de las bicicletas por el casco urbano. En el marco de esta polémica, el pasado 22 de diciembre hasta 11 guardias se dieron de baja por enfermedad el mismo día, cuando entraba en funcionamiento el dispositivo especial de tráfico de navidad, que implica mayor presencia policial en la calle.