Las obras de la futura ronda Este, entre O Marco y San Mauro, ya disponen de la autorización ambiental para su ejecución, un año después de que la Diputación adjudicase este proyecto, en diciembre de 2015, por 1,1 millones de euros. La Consellería de Medio Ambiente acaba de resolver la tramitación de esta futura carretera de un kilómetro entre O Marco y San Mauro, un proceso que se inició en junio y que impedía desde entonces ejecutar obra alguna. Este vial, que se diseña también como un nuevo acceso directo al hospital Montecelo, forma parte del plan viario que el Concello elaboró hace una década para ejecutar una ronda interior que circunvale el casco urbano, recorrido del que ya forma parte el puente de Monte Porreiro, con su prolongación hacia Lérez. Otro de los tramos previstos en la variante de Alba, a cargo de la Xunta, pero aún sin avances.

El dictamen de la Secretaría Xeral de Calidade e Avaliación Ambiental da luz verde al proyecto entre la PO-542 en O Marco, y la carretera de Ponte Caldelas en la subida de San Mauro hacia Montecelo al entender que "no es previsible que genere efectos significativos sobre el medio ambiente", por lo que descarta más informes al respecto. Eso sí, establece diversas cautelas, muchas de ellas ya previstas de antemano, derivadas de las peticiones del Instituto de Estudos do Territorio y de la Dirección Xeral de Patrimonio Cultural. Así, se ordena el uso de pantallas visuales, minimizar la eliminación de vegetación y disimular en lo posible los taludes y rellenos, en especial en su tramo final.

También se hace especial hincapié en la conservación y varios hórreos, el traslado de un cruceiro afectado por el trazado y la reposición de varios muros de cierre, además de evitar "perjuicios" a una vivienda próxima a la futura carretera.