Chus Doval, pontevedresa de 35 años, abandonaba ayer pasadas las once y media de la mañana el ambulatorio Virgen Peregrina después de vacunarse contra la gripe. "Me he vacunado porque tengo un bebé y soy peluquera y esteticién, así que es un cara a cara con las clientas. Además, mi pareja trabaja en un colegio, por lo que también estará en contacto con los virus todo el curso", aseguraba la joven. Hace varios años que la pontevedresa ha optado por la prevención. "Llevo dos o tres años y no tuve gripes desde entonces. No sé si es casualidad o no, pero me ha ido bien", dice.