Labores de desbroce y limpieza de vegetación en Serrapio (Cerdedo) marcaron ayer el inicio de las obras de mejora de la carretera N-541, que más adelante llegarán también a Pontevedra, en concreto en Mourente y Bora. El Ministerio de Fomento informó ayer oficialmente de este arranque de unos trabajos adjudicados en junio a la empresa Hocensa por unos dos millones de euros.

Esta empresa apuntó hace unos días su intención de comenzar la fase pontevedresa en octubre, de modo que se coordinen con el saneamiento de Mourente que acometerá el Concello a lo largo de la misma carretera.

La nota informativa divulgada ayer por Fomento describe las obras en todos los tramos, incluido el ubicado en Viascón (Cotobade) pese a que el gobierno local que preside Jorge Cubela solicitó su exclusión por no estar de acuerdo, ni el Concello ni los vecinos, con la actuación programada.

Las obras en Pontevedra tienen el objetivo de mejorar la seguridad vial en una zona densamente poblada y que registra entre 9.000 y 10.000 vehículos diarios. Entre los aspectos más destacados figura el cambio del trazado del vial a su paso por Bora, ya en el límite con Mourente. Se trata de un tramo de 600 metros, entre los puntos kilométricos 87,7 y 88,3, donde se ejecutará una nueva carretera para suavizar el radio de la curva y que obliga a reformar los enlaces con viales secundarios. Esta actuación es la de mayor envergadura de todo el proyecto, que incluye también kilómetro y medio de nuevas aceras y una glorieta en el cruce con las carreteras de Xeve y Carballedo.

Otra de las actuaciones más llamativas se realizará en el entorno de la estación de ITV de Bora, donde se "dispondrá una glorieta que dará acceso a las poblaciones de Xeve y Couto" (así como a Carballedo, en Cotobade). También se habilitará "un cambio de sentido" para "simplificar la intersección del acceso a la ITV". El proyecto hace referencia a la instalación de iluminación en todo el tramo y a la ampliación de aceras.