A los vecinos de Pontevedra, Vilaboa y otros concellos del entorno afectados por los daños que causan las manadas de jabalíes en sus cultivos se les ha acabado la paciencia. En una reunión celebrada en la noche del martes en Vilaboa, una de las medidas que se han acordado es la que iniciar las protestas ante la Xunta de Galicia con una primera concentración que tendrá lugar mañana a las 12 del mediodía ante el edificio de la administración autonómica en Campolongo.
Los vecinos consideran que la respuesta de la administración autonómica ante esta problemática ha sido escasa, por no decir inexistente, a pesar de las quejas presentadas por registro por numerosos afectados desde el pasado mes de mayo y que arreciaron durante este mes de agosto, coincidiendo con una mayor presencia de los animales en los campos de cultivo quizá ahuyentados por los incendios. Uno de los colectivos que acudirá el viernes a Campolongo es la asociación de vecinos Santa Comba de Bértola. Su presidente, Emilio Tourón, explica que son múltiples las quejas vecinales que recibe por los daños que causan los jabalíes. "Hay muchas fincas en las que el 100% de lo que se plantó está perdido, se lo han comido todo, es una invasión", señala. "Ya protestamos en varias ocasiones dirigiendo escritos a la Xunta y nos responden con buenas palabras, nos dijeron que iban a enviar cuadrillas para hacer una batida pero no apareció nadie, todo es cuento", añade.
A ello suma la preocupación generada por el avistamiento ya en esta parroquia de cruces de jabalíes con cerdos vietnamitas, animales que hasta ahora ya se habían visto en zonas de Cotobade o en Pontevedra pero no en Bértola.
En Vilaboa el problema también es importante en lugares como Postemirón o Figueirido y en el ayuntamiento de Pontevedra se detectaron ataques en múltiples lugares pero quizá la "zona cero" se encuentre ente Marcón y Tomeza. En la primera de las parroquias María Jesús es una de las vecinas cuyas fincas visitan los jabalíes casi a diario. Tuvo que replantar su cultivo de maíz en mayo debido a estos animales y, volvió a crecer. Ahora los jabalíes han vuelto a darse un festín en su finca en donde han acabado con 200 metros cuadrados de cultivo. "Ya no queda casi nada, tendré suerte si recojo alguna espiga", dice desesperada. Aún por encima, critica las dificultades para optar a las ayudas que ofrece la Xunta a los afectados: "Nos dicen que tengo que estar dada de alta en el régimen agrario, pero quién lo está cuando lo que tienes es pequeña una finca plantada para darle de comer a los animales".
