El sargento José Antonio Rodríguez Álvarez, de la Guardia Civil de Pontevedra, fue el encargado de dirigir el despliegue del operativo de evacuación de los vecinos el lunes por la noche en el lugar de Vilanova, en Tenorio, donde viven unas 200 personas. Destacó que el caso más destacable había sido el de una mujer mayor con movilidad reducida que, además, tenía un tipo de demencia senil. "Se valoró la situación y se decidió evacuarla. Tiene 86 años y ha estado ingresada en el hospital hasta hoy", aseguró ayer el sargento.

El principal problema con el que se encontraron los agentes fue el humo, que dificultaba los trabajos y ponía en peligro a la población. "Afortunadamente, la gente colaboró de buen grado", destacó.

Sí es cierto que muchos de los vecinos se negaban en un principio a abandonar sus viviendas con el único afán de protegerlas. La Guardia Civil utilizó megafonía para que todos ellos saliesen al exterior. "A las 23.30 ya no quedaban vecinos en sus casas", según Rodríguez Álvarez.

El Concello de Cotobade habilitó el pabellón municipal para acoger a los desalojados, aunque fueron muy pocos los que lo utilizaron.

En las carreteras y otros puntos estratégicos de Cotobade también trabajaron 192 efectivos de la Unidad Militar de Emergencias, UME, con 12 autobombas, 3 nodrizas, un bulldozer y una ambulancia. Bajo el mando del capitán Ciro Zapico, organizaron en dos turnos que comenzaron a trabajar a las 22 horas del lunes.