Tras el estallido de la crisis, el Poder Judicial quiso establecer su propio barómetro para conocer el alcance que el "crack" económico podría tener en los órganos judiciales, especialmente aquellos que tramitan asuntos íntimamente relacionados con la situación económica de empresas y administrados. Los desahucios que tramitaban los juzgados de primera instancia o los concursos que abarrotaron los mercantiles fueron dos buenos termómetros de la evolución de la crisis.

Los datos del primer trimestre del año en la provincia de Pontevedra, hechos públicos a finales de junio por el Poder Judicial, dibujan que se mantiene una tendencia hacia la recuperación económica pero en cifras verdaderamente preocupantes en lo que respecta, por ejemplo, a la pérdida de viviendas por parte de las familias pontevedresas. Si bien es cierto que en los lanzamientos se incluye todo tipo de desalojo (incluido empresarios que no pagan por sus locales o segundas viviendas, por lo que no tienen que ser necesariamente familias que se quedan en la calle), el número de desahucios que se produjo en la provincia en los primeros tres meses del año no deja de ser llamativo.

Y es que fueron un total de 176 los que se dictaron por parte de los juzgados de primera instancia, es decir, un 8% menos que en el mismo periodo del año anterior. Hay un descenso pero se siguen dictando dos lanzamientos cada día en la provincia. La cifra es ligeramente inferior si se contabilizan únicamente los lanzamientos con resultado positivo, es decir, aquellos que los servicios de notificaciones y embargos de los juzgados llegaron a practicar de forma efectiva y real que en la provincia fueron un total de 134 en estos tres primeros meses del año. Con todo, sigue siendo más de un desahucio al día.

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Los datos del Poder Judicial permiten también averiguar cuantos de estos lanzamientos se ejecutaron por impago de las cuotas hipotecarias o por incumplimientos a la hora de abonar el alquiler. Estos últimos son mayoría, dado que representan un 65% del total de los desalojos.

Datos más esperanzadores son los que resultan del análisis del trabajo de los tres juzgados de lo Mercantil de la provincia (dos ubicados en la capital y un tercero en Vigo). En el primer trimestre del año el número de empresas que entraron en concurso volvió a bajar con respecto al mismo periodo de 2015, pasando de 29 a 21 (es decir, un 27% menos). Desde el año pasado, la cantidad de firmas que se acogen a la antigua suspensión de pagos se mueve ya en niveles similares a los del inicio de la crisis, dado que las 98 empresas que concursaron en 2015 están ya por debajo de las 124 de 2008 y muy lejos de las 232 de 2013, año en el que más firmas acabaron en el Mercantil. Con todo, no hay que olvidar que en 2007, último año de bonanza económica, apenas se acogían al proceso concursal 41 empresas al año en toda la provincia, una cifra que todavía está muy lejos de poderse alcanzar.

Otro dato positivo es el que se refiere a los concursos que acaban en liquidación. Cada vez son menos. Es verdad que el número de concursos que entra en los juzgados es menor, pero también puede responder al hecho de que cada vez la situación en la que llegan las compañías al juzgado es menos traumática y logran superar la fase de convenio. El dato señala que los juzgados de lo Mercantil liquidaron un total de 19 empresas en estos primeros tres meses del año, frente a las 36, por ejemplo, del primer trimestre de 2015 o las 39 de 2014.

Peor en el norte

El análisis de los datos del Poder Judicial revela otra tendencia. Parece que el norte de la comunidad entró más tarde en la crisis pero le está costando más salir de la crisis que al sur. Especialmente significativo es el comportamiento de las provincias de A Coruña y Pontevedra. La última caía en picado en 2008, en el inicio de la crisis, con 28 concursos en tres meses por tan solo 9 de A Coruña. Las empresas en problemas se dispararon en los primeros años en Pontevedra pero poco a poco A Coruña la fue superando en número de concursos hasta acabar superándola. Actualmente, aunque comparte una tendencia a la baja, dobla a Pontevedra en número de empresas en crisis y cerró el primer trimestre del año con 42 nuevos concursos frente a los 21 de la provincia del sur. También Ourense tiene ahora menos concursos que Lugo.

Por último, también caen los despidos tramitados por los juzgados de lo Social con respecto a los primeros meses de 2015.