El que fue alcalde electo más joven de España reconoce haberse enfrentado a la decisión de mayor trascendencia de cuantas ha afrontado desde que tomó el bastón de mando. La idea de su juventud puede hacer pensar que no ha tomado aún demasiado, pero no es así pues cumple ya cinco años al frente del Concello. Jorge Cubela fue precoz para alcanzar la alcaldía, también quiso obrar con velocidad para crear un proyecto de fusión municipal al calor de la propuesta que lanzó Alberto Núñez Feijóo. Pero aquel primer intento, que incluía a Campo Lameiro, acabó por diluirse. Finalmente parece decidido a ejecutar una operación a la que él no parece verle defectos.
-¿Cuáles son las ventajas y desventajas de la fusión?
-Es un proyecto que suma y no resta, que multiplica y no divide. Dos ayuntamientos de menos de 5.000 habitantes tratamos de crear un proyecto que nos permita tener una entidad local más eficiente, más fuerte y más viable, porque conjuntamente vamos a tener una capacidad de ingresos mucho mayor que la que tenemos por separado. Desde el punto de vista del mantenimiento de los servicios públicos, los colegios, los centros médicos van a quedar como están. Hay que tener en cuenta también que queremos aprovechar los incentivos económicos para las fusiones voluntarias. Además, tendremos la preferencia absoluta en todas las órdenes de convocatoria de subvenciones públicas de cualquier administración, vamos a poder competir con municipios de 20.000 o 30.000 habitantes.
-Según una encuesta que hicieron pública ambos Concellos un 88% de los vecinos de Cerdedo apoyan la fusión, mientras que esa cifra baja hasta el 52% entre los vecinos de Cotobade, su municipio ¿Por qué cree entonces que hay más oposición a la fusión en su ayuntamiento que en el de Cerdedo?
-Se podrían hacer varios análisis. Aquí la oposición tiene mayor número de concejales que en Cerdedo. Además, hay que decir que la fagocitación emprendida desde la Diputación, el hecho de que los principales líderes de la plataforma Non á fusión sean de Cotobade y la actuación de los socialistas de Campo Lameiro, A Lama y Ponte Caldelas solicitando casi la segregación de Cotobade en pedazos para anexionarlos a sus ayuntamientos en esos momentos no nos favoreció. Pero hay que incidir en un aspecto: una vez que a los vecinos se les explica en qué consiste la fusión, los beneficios que traerá y que el mapa de servicios va a servir igual, la apoyan. En Cotobade lo que hicieron en muchas parroquias fue decirle a los vecinos que los servicios se iban a perder; pero se está demostrando con los informes técnicos de las Consellerías, con los estudios de viabilidad, que los servicios van a seguir igual, porque que se cierre un centro médico o se amplíe un colegio no depende de un hecho administrativo, como una fusión municipal, sino de ratios de población o ratios de tiempo de llegada. En las últimas elecciones generales, cuando en Cotobade el principal debate era en torno la fusión, el Partido Popular subió en votos y los partidos de la oposición, contrarios a la fusión, bajaron.
-Durante el proceso el Partido Socialista presentó 1.103 alegaciones, de las cuales ustedes desestimaron 1.084 ¿Por qué desestimaron tantas?
-No es que no se quieran tener en cuenta. Las alegaciones que en un primer punto se oponen al proceso de fusión se desestiman porque esa es una aspiración legítima, pero no invalida el proceso. Lo que hacemos es responder a todos los puntos en los que se suscitan dudas. Recibirán una respuesta jurídica y política clara y se contestarán individualmente. Si en una alegación se dice que vamos a subir los impuestos, que vamos a cerrar el centro médico o un colegio y no es verdad, contestamos con los criterios técnicos y los informes de las consellerías
-Solo restan los pasos de Xunta y Diputación ¿En qué consisten?
-La Diputación tiene que informar en el plazo de un mes. Después varios organismos de la Xunta tienen que informar de la viabilidad del proceso, como el Consello de Contas, el Consello Consultivo o la demarcación territorial del Catastro en Galicia. Bastantes entidades para seguir dándole seguridad jurídica a todo el proceso
-¿Son trámites meramente administrativos o teme que la Diputación, a la que antes ha señalado, tenga algo que decir y pueda poner alguna traba?
-No debería. La Diputación tiene que hacer un informe a través de la asesoría jurídica, no tiene que entrar a valorar cuestiones políticas de la fusión. Desde el punto de vista administrativo y legal, la fusión cumple todos los requisitos. Incluso se han introducido muchos más informes de los que exige la ley, se introduce un estudio de viabilidad sufragado por la Xunta de Galicia, de 500 hojas, valorando los ahorros, costes, ingresos y el funcionamiento de lo que sería el nuevo Ayuntamiento. Por tanto, no tengo ningún miedo al informe de la Diputación. Yo entiendo que una administración seria y democrática tiene que cumplir el principio de legalidad y no tratarnos como si fuésemos Nigeria. El proceso es legal, viable y lo que queda es recabar el apoyo de la administración provincial y autonómica.
-En sus intervenciones ha hecho referencia a la necesidad de la regeneración política en España ¿En estos momentos vería bien que esa regeneración pasara por un cambio de nombres en el actual gobierno en funciones si eso sirviera para facilitar una investidura al PP?
-Yo reconozco que estos cuatro años han sido muy difíciles para el Gobierno, pero bueno, el resultado está ahí. Ahora mismo en España la seguridad política es mucho mayor que en muchos países europeos, eso también hay que reconocerlo. Los nombres al final son lo de menos, lo que importa es el proyecto. Yo tengo mis preferencias por muchas personas en el Partido Popular, como Pablo Casado. Creo que el partido va a seguir renovándose, podríamos hacer críticas a personas que aún están ahí como Arenas o Villalobos; pero yo imagino que cada vez que vayan dando pasos en distintos ámbitos se va a dar entrada a gente joven y que nunca hayan estado en política o en un cargo relevante.
