El Concello da por finalizada la tramitación de la solicitud de licencia urbanística para la construcción del nuevo edificio judicial en A Parda presentada por la Vicepresidencia de la Xunta. El gobierno local informó ayer de que des esta semana ya se dispone de todos los informes técnicos municipales que son favorables al proyecto y también se recibió el informe favorable de Adif para poder poner en marcha el inmueble.

El Servicio de Urbanismo remitió esta semana a la Xunta un oficio en el que solicita que se informe de los técnicos directores de obra, que se asuma el compromiso de ejecutar la urbanización y la edificación simultáneamente, y también que se abone la fianza del proyecto de 30.000 euros para garantizar la reposición de aceras y servicios que puedan quedar afectados por las obras.

Se apunta que "en cuanto se produzcan estas tres notificaciones por parte de la Xunta, el Concello otorgará la licencia urbanística" y Vicepresidencia podrá comenzar los trabajos, pendientes también de la formalización de la adjudicación, frenada por recursos de algunas empresas aspirantes.

La empresa Construcciones y Promociones Coprosa S. A., con sede en Oviedo (Asturias), es la elegida para ejecutar el segundo edificio judicial, destinado a aliviar las carencias actuales de espacio de este sector. Este empresa presentó una oferta de 16.989.700,78 euros y un plazo de ejecución de 21 meses, lo que sitúa su posible estreno para el verano de 2018. Habrán pasado entonces más de ocho años desde que en mayo de 2010 se firmó el convenio entre el Concello y la Xunta para ejecutar esta sede, en una parcela de 6.500 metros cuadrados.

La sede permitirá ofrecer 20.000 metros cuadrados más a jueces, abogados, fiscales, funcionarios y público en general. El futuro edificio ocupará una superficie de terreno de menos de 3.000 metros cuadrados (la mitad de todo el solar, ya que contará con una zona urbanizada central, a modo de patio de luces), pero sus dos sótanos y seis plantas sumarán un total de 21.000 metros cuadrados edificados, a los que hay que unir el inmueble actual al que estará conectado mediante una pasarela elevada de unos cincuenta metros de longitud.