Ni nuevos, ni de segunda mano, ni baratos ni caros. Si en Pontevedra apenas se mueve el mercado inmobiliario, en el resto de la comarca los datos son aún más negros. Entre enero y marzo de este año el Ministerio de Fomento únicamente contabiliza 114 operaciones, 48 de ellas en Sanxenxo , 20 en Marín y 21 en Poio. En el resto la actividad es totalmente residual, hasta el punto de que en siete municipios (la mitad del total) solo se han registrado siete compras en estos tres meses.
Según los datos aportados ayer por Fomento, tras los 112 casos de Pontevedra, aparece Sanxenxo con 48, Poio con 21 y Marín con 20. A partir de ahí, el balance es anecdótico: ocho operaciones en Caldas, seis en Ponte Caldelas y cuatro en Moraña. Cotobade suma dos, al igual que Cuntis, mientras que Campo Lameiro, A Lama y Vilaboa contabilizan tan solo una compra en cada caso. Por su parte, en Barro y Portas aún no se ha estrenado el casillero.
De todas ellas (al margen de los 17 pisos nuevos en la capital) solo cinco correspondieron a viviendas sin estrenar: dos en Poio, una en Sanxenxo, otra en Caldas y la última, en Moraña.
Pero si el panorama es poco halagüeño en este apartado, tampoco es mejor en el análisis de las viviendas con algún tipo de protección, que tampoco presenta datos positivos. De las 226 casas vendidas entre enero y marzo solo ocho entran en la categoría de protegidas y todas ellas se ubican en la capital.
