El actual Consejo de Administración de Nauta encargó un informe que abordarse la responsabilidad de Nauta en las obras de regeneración necesarias tras la construcción del puerto, tras comprobar que las actas de consejos de administración celebrados en la legislatura anterior reflejaban opiniones encontradas. Entre las conclusiones de este informe destaca la constatación de que el desastre ambiental en A Carabuxeira es consecuencia de la construcción y ampliación del puerto deportivo de Sanxenxo y, por tanto, ajeno a la concesión de su explotación, derivada a Nauta con las instalaciones ya en marcha.

El proyecto no se reduce a la reposición de arena en la playa de A Carabuxeira, (motivo del aval depositado en su día) sino a la construcción de medidas correctoras que impidan que las corrientes vuelvan a llevarse los áridos, cuestión que incrementa el coste de la obra por encima de los 901.518,16 euros depositados en su momento.

Cabe recordar que el primer concesionario del puerto depositó en el año 2001 un aval bancario a favor de la Dirección General de Costas por un importe de 901.518,16 euros con el fin de garantizar la ejecución de las obras y medidas correctoras necesarias (recarga de arena) para mitigar o reducir los impactos que sobre el dominio público-terrestre se pudieran producir como consecuencia de la ampliación del puerto. Es en mayo de 2002 cuando Portos autoriza la transmisión de la concesión del puerto náutico-deportivo a favor de la entidad mercantil Nauta Sanxenxo SL, sociedad de capital íntegramente municipal.