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Barro apuesta por cambiar el último tramo de la A-57 para enlazar con la AP-9 y evitar Curro

Confía en que Fomento acepte las alegaciones municipales, pese a que aún no hay respuesta a las consultas formuladas hace dos meses -La atribuye a la provisionalidad del Gobierno

Mientras la empresa San José avanza en las obras del primer tramo de la futura autovía A-57, entre Vilaboa y Marcón, el trecho final de esta circunvalación de Pontevedra, entre Xeve y Curro, todavía carece de un trazado definitivo. El Concello de Barro, el más afectado por este proyecto, confía en que finalmente el Ministerio de Fomento modifique la propuesta de trazado planteada en febrero pasado y acepte la alegación municipal para alejar el diseñado vial del núcleo de Curro y conectarlo directamente con la AP-9 en la actual estación de peaje.

El alcalde de Barro, Xosé Manuel Fernández Abraldes, sostiene que las últimas opiniones de los técnicos abren la puerta a esa modificación, si bien admite que en estos dos últimos meses no ha recibido respuesta oficial del ministerio a las alegaciones formuladas durante las últimas consultas. Abraldes lo atribuye a la provisionalidad actual del Gobierno central. Aguardará a que se constituya el nuevo ejecutivo para solicitar formalmente entrevistas con sus responsables y concretar la modificación por la que apuestan el Concello y los vecinos. El trazado sobre la mesa procede de Xeve y discurre, ya en Curro, bajo la autopista para conectar con el macronudo de ese lugar, atravesando el núcleo habitado, si bien se proyectan falsos túneles para reducir su impacto.

"Nuestra reivindicación no es solo por el problema del impacto medioambiental, sino por el problema del impacto social que tendría esta nueva infraestructura que, si se llega a construir, dividirá todo el valle de Curro con cuatro carriles en la zona más urbana de la parroquia y que obligará a cambiar toda la vida social que hay en ella", según explica Fernández Abraldes, que confía en una rectificación, De hecho, la Xunta también se posicionó en su día por la denominada "alternativa 5", al igual que el Concello, que discurre paralela a la autopista hasta llegar al peaje.

El gobierno local admite que la A-57 es una infraestructura necesaria, pero "lo que pasa es que si no hubiera otra forma de enlazarla en Curro de forma más adecuada se entendería, pero sí que la hay. Existe una posibilidad que se planteó en su día (la alternativa 5) que es menos agresiva para los vecinos de Curro", sostiene el alcalde. Esta alternativa 5 coincide en un 80% con el trazado de la elegida por Fomento desde Xeve. "El único cambio está en el último kilómetro, que en vez de venir de frente hacia las casas, el vial va en paralelo a la AP-9 hasta la zona donde están los peajes en la salida de Curro".

Rotonda en la PO-531

Por el momento, las dos actuaciones varias más inmediatas en Curro corresponden a la carretera de Vilagarcía, la PO-531, y ambas son ejecutadas por la Xunta. Una de ellas es la futura rotonda de Sequeiros, para "cortar" el conflictivo tramo entre la estación de la ITV y la gasolinera de Curro, un tramo de alta siniestralidad Hace unos días se pusieron en marcha las expropiaciones de los terrenos necesarios, entre los puntos kilométricos 7,7 y 8,35 en el municipio de Barro. El objetivo principal de esta obra es conseguir la reducción de la velocidad de circulación en el entorno del punto kilométrico 8 de la carretera y de este modo reducir la siniestralidad que registra el vial en este tramo.

La otra actuación prevista es una nueva fase de asfaltados parciales de la PO-531 por parte de la Axencia Galega de Infraestruturas, que acaba de adjudicar esas obras a la empresa Covsa por algo menos de 487.000 euros y un plazo de ejecución de seis meses. Además de la carretera de Vilagarcía, el plan incluye asfaltados parciales en otros cuatro viales de las comarcas de O Salnés y Arousa.

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