En pleno debate entre el gobierno local y la oposición sobre la regulación, ubicación, diseño y proliferación de los "lombos", el BNG se reafirmó ayer, una vez más, en su eficacia para reducir los acelerones y los atropellos y anunció la instalación de nuevos pasos sobreelevados y reductores de velocidad en cuatro calles que el Concello califica como "puntos negros" en este apartado, donde se han registrado vehículos a más de 70 y 80 kilómetros por hora.

Se trata del tramo de Loureiro Crespo entre Doce de Novembro y la avenida de Lugo, la avenida de Buenos Aires ante la antigua sede de Magisterio, la avenida de Vigo frente a Sanidade y Eduardo Pondal entre Uxío Novoneyra y Campolongo, todos ellos en pleno casco urbano y en viales de notable tráfico rodado.

El concejal de Mobilidade Luís Bará, informó ayer de estas actuaciones a los demás grupos de la corporación, que recibieron con sorpresa las medidas ya que la oposición, en especial el PP y el PSOE, tienen abierto un amplio frente para forzar al BNG a regular la ubicación de los "lombos" y a eliminarlos de aquellas vías de gran tránsito de ambulancias. De hecho, el concejal popular José Luis Martín recordó, al término de la reunión con Bará, que esas peticiones aún están en tramitación.

Todas estas propuestas, por el momento, son objeto de "contraataques" por parte del gobierno local para evitar su aprobación. La pretensión del PP de modificar la ordenanza de tráfico para que los pasos sobreelevados se adapten a la normativa de Fomento ha recibido más de mil alegaciones en las que se escuda el BNG para forzar su anulación.

Por su parte, el acuerdo logrado por el PSOE con toda la oposición para abrir tres "vías sanitarias libres de lombos", ya ha sido "tumbada" por el gobierno local alegando que supondrá un "gasto superfluo" para las arcas municipales ya que habría que eliminar al menos 35 de estos elementos. Esa decisión ha llevado a los socialistas a buscar nuevas vías que obliguen al BNG a aceptar su propuesta.

En los nuevos tramos anunciados ayer, el Concello tiene previsto instalar dos "lombos" en la avenida de Buenos Aires, frente al colegio Vidal Portela, así como en Eduardo Pondal. En cambio, se opta por los reductores de velocidad en Loureiro Crespo y la avenida de Vigo. Se trata de pequeñas y estrechas elevaciones que obligan al conductor a frenar pero no sirven para el cruce peatonal de la calle. Uno de ellos se instaló hace meses en la calle Alameda y también existe otro en Rafael Areses. En la avenida de Vigo se opta por esta solución al no haber diferencia de altura entre las aceras y la calzada. Por su parte, el tramo de Loureiro Crespo donde se actuará es el único con un diseño antiguo entre la rotonda de Doce de Novembro y la reformada avenida de Lugo.

Contenedores y depuración

La comisión de Mobilidade e Infraestruturas también analizó varias propuestas de la oposición que no salieron adelante. Una de ellas estaba firmada por Marea y apostaba por descartar la ampliación de la depuradora de Placeres y optar por un modelo alternativo de tratamiento de las aguas residuales. BNG y PP unieron sus votos para rechazar esta petición, con la abstención de PSOE y Ciudadanos. Este último grupo, por su parte, solicitaba un concurso de ideas para la mejora estética de los contenedores de basura del casco viejo, asunto que quedó sobre la mesa para un estudio más pormenorizado.