La Policía Local de Pontevedra detectó el pasado año algún tipo de irregularidad en el 21% de los camiones, furgonetas y otros vehículos de transporte que circulaban por el casco urbano de la ciudad. Además de sumarse a las campañas específicas que pone en marcha la Dirección General de Tráfico a lo largo del año para controlar este tipo de vehículos, la Policía Local realiza sus propios controles en este ámbito, divididos fundamentalmente en seis grandes bloques o áreas de transporte. En primer lugar se centran en el control de la legalidad del transporte de mercancías (revisión de las autorizaciones, tenencia de la carta de porte, albaranes...), en segundo lugar se presta especial atención al cumplimiento de la normativa sobre tiempos de conducción y descanso. Otro de los grandes bloques de inspección mide posibles excesos de peso, el cuarto sería el control del transporte escolar, el quinto infracciones específicas en materia de seguridad vial (como la conducción bajo la influencia de alcohol y drogas) y la última sobre la situación de los sistema de seguridad del vehículo y posibles deficiencias técnicas.

Así dentro de estos seis grandes apartados el año pasado se llevaron a cabo entre febrero y junio un total de cinco campañas en las que se controlaron un total de 164 vehículos, detectándose un total de 33 infracciones de la normativa de transporte. En su mayor parte las denuncias se referían a no llevar a bordo del vehículo la documentación formal que acreditaba la prestación del servicio (el denominado TC2) y también a realizar transporte privado complementario sin reunir las condiciones exigidas.

Aunque en menor medida, también se detectaron infracciones más preocupantes debido a la incidencia que el incumplimiento de estas normas puede tener sobre la seguridad vial. Es el caso por ejemplo de dos vehículos que circulaban con exceso del peso máximo permitido, o dos casos que presentaban irregularidades con el tacógrafo. En cuanto a los sistemas de seguridad se impusieron tres sanciones, una por no disponer del extintor de incendios correspondiente para este tipo de vehículos 7y otras dos por no llevar equipo de protección personal para un vehículo que transporta mercancías peligrosas. En otros dos casos se interpuso denuncia por realizar labores de transporte público con una autorización caducada. Una sanción curiosa se le impuso a un transportista que portaba productos congelados en un vehículo no habilitado para ello.

Transporte escolar

Dentro de estos controles se incluye también la campaña específica que cada año pone en marcha la Policía Local, adhiriéndose a la que a nivel nacional emprende la DGT, que tiene como objetivo comprobar el estado en el que circulan los autobuses que realizan el servicio de transporte escolar. En el municipio de Pontevedra realizaron controles en ocho "zonas educativas" o espacios en los que existe uno o varios centros escolares (A Xunqueira, Colegio Villaverde, Campolongo, Salvador Moreno, colegio Fina Casalderrey, Sagrado Corazón de Jesús, Sagrado Corazón en Placeres y Príncipe Felipe). El resultado fue bastante óptimo, de los 22 autobuses inspeccionados en diez colegios, solo cinco de ellos mostraron algún fallo y en cuatro ocasiones era de carácter administrativo, pues no contaban con el documento en el que se recoge la autorización especial para realizar el transporte escolar. Solo uno de los autocares presentaba un problema técnico, al no funcionar correctamente las puertas de servicio y emergencia y su dispositivo de accionamiento.