El año 2015 no ha estado precisamente por su exceso de precipitaciones. Apenas en tres meses se superaron los 200 litros por metro cuadrado, por lo que se puede considerar un ejercicio por debajo de la media. Tampoco el mes de diciembre ha llegado a ese nivel habitual, pero los intensos chubascos de esta última semana, marcada por dos jornadas casi consecutivas (el lunes y ayer) con alertas amarillas y naranjas en toda la comarca, han situado a este mes en el más lluvioso de todo el año. A falta de lo que pueda caer hoy, ya se suman 240 litros por metro cuadrado, por encima de los 217 que la estación meteorológica de Campolongo registró en octubre pasado, o los 211 litros que alcanzaron los medidores de Lourizán, cuando aún no estaba en funcionamiento el nuevo recinto del centro urbano.
En conjunto, en todo el año se contabilizan algo más de 1.300 litros, muy por debajo de los 1.800 de 2014, pero en la media, por ejemplo, de 2012 y 2011. Resulta llamativo, en todo caso, que meses con frecuentes lluvias, como marzo o abril, se quedaran en esta ocasión por debajo de los cien litros, guarismo que solo se superó en enero (211), febrero (130), octubre (217) y ahora, en diciembre, que despide el año en medio de los aguaceros.
En este periodo mensual se contabilizaron al menos 16 días con precipitaciones y solo ayer cayeron en Pontevedra algo menos de 40 litros. De hecho, más de un tercio de toda la lluvia de mes se contabilizó en esta última semana, en la que el agua, acompañada de fuertes rachas de viento, volvió a causar diversos daños en toda la comarca.
El mes más seco de todo el año fue junio, con apenas doce litros, cinco veces menos que lo caído en agosto, cuando se superaron los sesenta litros. Un buen medidor del nivel hidrológico de Pontevedra es el embalse del Pontillón, que se sitúa en un índice de ocupación muy por debajo de lo habitual en esta época del año. En todo caso, se debe en su mayor parte a su uso para el abastecimiento urbano por las obras en la estación de bombeo del Lérez en Monte Porreiro.
