Autores de prestigio como Tirso Cons dibujan la edad de oro del cómic gallego, un momento en el que crece el número de obras escritas en nuestra lengua y también traducidas. L'oeil du diable, Marshall #4: Réminiscences, Le Manoir des Murmures o Les Chroniques de Legion son algunas de las obras con las que el dibujante pontevedrés ha sorprendido al mercado francés y logrado miles de lectores en toda Europa.

-¿Cómo surgió su afición por el cómic?

-Más que por empezar a dibujar fue porque mi hermano el mayor también dibujaba mucho y me gustaba mucho, era un poco más pequeño que él y me fascinaba; mi padre siempre fue muy aficionado a la literatura, siempre trató de inculcarnos un hábito lector, empezando para ello por el cómic, y un interés por los libros y la literatura, lo que sucede es que somos un poco raros (sonríe) y si nos aficionamos a la literatura pero nunca nos olvidamos del lenguaje del cómic y es algo que mantuve el resto de mi vida.

-Fue fácil tomar la decisión de dedicarse a un arte que no deja de ser minoritario en nuestro entorno?

-En España el cómic tiene alguna tradición, incluso hubo épocas que de mucha, pero lo que siempre hubo además fue poca diversidad temática, mucha limitación, salvo en los ochenta que varió un poco con el boom del underground y de otras temáticas siempre fue muy plano, hubo una época en la que primó el infantil, otra el underground, digamos que estuvimos un poco más aislado, a diferencia de otros países en los que hubo una diversidad temática semejante a la de la literatura, por poner un ejemplo, no lo consideraban un medio menor sino uno para contar historias de cualquier temática, entonces conociendo un poco los diferentes mercados si que animé a intentarlo, a buscar a ver hasta dónde podía llegar. Fue una decisión que tomé cuando ya había terminado la carrera, ya estaba trabajando y como también eran mis inicios profesionales pensé que si me salía bien seguiría con ello y se me salía mal al menos no me habría quedado con la duda de intentarlo.

-Se toma suficientemente en serio el cómic en España?

-Creo que cada vez más se toma más en serio y cada vez más círculos lo conocen, pero el problema es que en España falta mucho hábito lector en general, el cómic no deja de ser una lectura y requiere para evolucionar conocer los códigos para poder realizar lecturas más complejas, tanto de temáticas como de lenguaje visual, iconográfico etc. Desde la cultura se toma cada vez más en serio, si tiramos un poco hacia sectores más abiertos el respeto cada vez va siendo mayor por conocimiento más que nada, porque conocen lo que puede dar de si el medio, y creo que cada vez está mejor visto, se ve cada vez más en la prensa cultural, en los medios etc, pero faltan lectores y si falta lector falta mercado y si falta mercado falta dinero y si falta dinero no puede haber profesionales.

-Y es que por mucho que se conozca más el cómic español usted por ejemplo sigue vendiendo el grueso de su trabajo en el extranjero.

-Si, yo trabajo principalmente para el mercado franco-belga, que es un poco la cuna del cómic europeo, Tin Tin etc, todos los cómic históricos que conocemos nacen de esa cuna, que tiene sus propios códigos, también es verdad que nosotros trabajamos para allí y nos hemos arrimado un poco a sus códigos, algo que tampoco nos costó mucho porque muchas veces beben de nuestras lecturas de infancia, estamos acostumbrados a ellos, hay gente que se decantó más por el cómic americano porque fueron sus lecturas pero yo siempre tuve más acercamiento a estas historias de aventuras y puse mis miras en ese mercado profesional porque se pagaba mejor y permitía una mayor proyección, aunque la parte negativa es que mis obras acaban llegando aquí de goteo, más tarde y solo una parte porque se acaban comprando no todos los derechos.

-A usted se lo lee aquí porque se compran los derechos de su obra, no porque la haga para el mercado peninsular

-Casi la mitad de mi producción, no toda pero casi, es con un artista madrileño, Javier Muñoz, nosotros hacemos nuestros proyectos y se los hemos ido a vender a ellos, porque ellos nos los pueden financiar, el productor es francés y al final convierte el trabajo en un producto francés aunque Javier Muñoz y yo trabajamos aquí, tenemos nuestra idiosincrasia propia, nuestra cultura, aunque tengo que decir que yo me considero bastante ciudadano del mundo y lo que me planteo es que a cuantas más fronteras llegue y cuantas más personas me lean mejor.

-En qué trabaja actualmente?

-Estoy desarrollando nuevas series para el mercado internacional, una ya terminada pero no se ha publicado, que es un trhiller como de serie negra, y por otro lado, de nuevo con Javier Muñoz, otro trabajo para Francia que es de aventuras del siglo XVII. Y por otro lado también me he metido con el proyecto de una pequeña editorial que no es muy al uso y desde la que estamos desarrollando nuestros propios productos, no compramos derechos en el extranjero sino que los desarrollamos nosotros, nuestro primer libro pasó un poco desapercibido, además está editado en gallego? Nos hemos animado a hacer cómic en gallego y desde Galicia.