El Concello de Pontevedra pondrá en marcha un estudio que pretende determinar si los jóvenes estudiantes pontevedreses de secundaria padecen adicción a los móviles así como a otros dispositivos relacionados con las nuevas tecnologías. Este estudio tendrá como principal contenido una amplia encuesta en la que se consultará a un mínimo de mil alumnos de institutos pontevedreses y se incluye dentro del programa de prevención de drogodependencias y conductas adictivas que pone en marcha la concejalía de Benestar para el periodo 2015-2017.

La edil responsable de este departamento, Carmen Fouces, y la técnica del Concello en materia de prevención de conductas adictivas, Patricia González, reconocieron ayer que existe preocupación ante la posibilidad de que cada vez un mayor número de menores puedan acabar sufriendo adicción a estos dispositivos relacionados con las nuevas tecnologías. Aunque todavía no existe un "diagnóstico" sobre dicha adicción o abuso de las nuevas tecnologías (no hay "un catálogo" para determinar si existe o no) la realidad es que la utilización de forma continuada y reiterada de estos dispositivos están provocando problemas de interrupción en las aulas y se pueden convertir en un problema cuando "su utilización está interfiriendo en la vida cotidiana" de los estudiantes de ESO. Las encuestas serán anónimas y espera detectar si hay casos en los que la utilización de estas nuevas tecnologías puede suponer una situación de abuso.

Esta es una de las principales novedades de este programa bianual de prevención de drogodependencias y conductas adictivas del Concello de Pontevedra que además recibió la máxima puntuación por parte de la Xunta de Galicia por lo que recibirá el 100% de la subvención solicitada. Esto permitirá que la concejalía de Benestar disponga de 128.000 euros procedentes del gobierno gallego, así como 64.000 más del Concello, para continuar con las acciones de prevención y los talleres que durante el periodo 2014-2015 llegaron a más de cinco mil alumnos de secundaria (la práctica totalidad del municipio) así como a los de sexto curso de Primaria.

Al igual que el anterior, el plan incluye actuaciones no solo en el ámbito educativo, sino también en el familiar, con talleres dirigidos a familias con niños en riesgo de caer en conductas adictivas. Son niños que forman parte de familias perceptoras de rentas de inserción como la Risga y en cuyo núcleo ya existe al menos una persona adulta que padezca algún problema de adicción. Esta novedosa propuesta se puso en marcha por primera vez en esta anterior campaña, según explicó ayer Fouces, y se pretende reforzar en el programa que ahora comienza. Otro ámbito de actuación es el ámbito juvenil, con una serie de actuaciones en colaboración con las autoescuelas haciendo hincapié en los peligros de la conducción bajo la influencia del alcohol y las drogas, así como en el ámbito comunitario con campañas que se trasladaron a zonas de locales de ocio y nocturnos. En la próxima campaña se proponen extender esta programación a la población universitaria.