El camarero de un bar ubicado en pleno centro de Sanxenxo, Andrés Iván P. F., aceptó ayer una pena de tres años de prisión como autor de un delito contra la salud pública por vender droga en este establecimiento. El dueño del local, David F. T., aceptó por su parte una condena de dos años de prisión por consentir dicha actividad de venta de estupefacientes que llevaba a cabo su compañero de banquillo. Además, Andrés Iván deberá asumir el pago de una multa de 440 euros, sanción económica que será de 300 euros en el caso del segundo acusado. A ambos se les aplica la atenuante de drogadicción y en el caso de David F. T. se añade también la de confesión de los hechos.

Según el relato de los hechos que realizaba la Fiscalía y que los dos acusados reconocieron como ciertos, el 10 de agosto del pasado año se halló en poder de Andrés Iván 13 papelinas de cocaína que tenía a su disposición en el interior del citado bar, en el que se encontraba trabajando de camarero esa noche con la intención de distribuir la droga entre sus clientes de forma onerosa y que pensaba destinar también al consumo ajeno, al menos en parte, a cambio de dinero. La droga localizada estaba valorada en 439 euros y se encontró distribuida en distintos puntos del bar (en un mesado bajo la barra, dentro de dos cajas y en la registradora, entre otros lugares). También fueron incautados 815 euros que estaban escondidos en la caja y que procedían de la venta de esta sustancia.

En un almacén anexo se hallaron, además, una balanza de precisión con restos de cocaína, una bolsa blanca abierta con cocaína y numerosas papelinas vacías listas para ser utilizadas.

Andrés Iván realizaba esta actividad con "el consentimiento y anuencia" del dueño del bar que regentaba el negocio y que contaba con la colaboración ocasional del otro acusado, aunque ese día circunstancialmente no se hallara presente en el momento del registro. Los dos acusados, según las analíticas realizadas, tenían un consumo abusivo de cocaína en los últimos meses.