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El estudio de viabilidad avala la ejecución del área industrial prevista en el PXOM caldense

Con el proyectado parque empresarial del monte de Paradela, así como el terreno de Veigas de Almorzar y el suelo mixto de Arcos, el concello da por cubierto la demanda

Plano del proyecto del parque industrial de Paradela. // Faro

El polígono industrial que contempla el PXOM entre las parroquias de Carracedo y Bemil no solo sería viable sino que "se convertirá en un área de oportunidad para el desarrollo empresarial de la villa de Caldas" y un "eje de actividades industriales y terciarias para el conjunto del municipio y de la comarca". Así se establece en el estudio que determina la viabilidad del parque industrial en el monte de Paradela y con el que el Concello entiende que se cubriría la oferta de suelo industrial, completándose con la zona en Veigas de Almorzar y el suelo mixto en Arcos da Condesa.

El estudio se refiere al denominado sector SP-1-I, como se define dentro del Plan Xeral de Ordenación Municipal (PXOM), documento que perdió a finales del mes de enero su vigencia al no contar con la aprobación definitiva por parte de la Xunta. El Concello lleva intentando agilizar su puesta en marcha, motivando incluso que se aprobara en el pleno de enero de 2013, pero sin recibir el visto bueno por parte de la Xunta en esos dos años, por lo que Caldas se ve obligada a regir su urbanización por las normas subsidiarias de 1995 tras más de 10 años de gestación del PXOM.

Precisamente desde la Xunta pedían motivaciones para argumentar las características de PXOM. Y es que, como sucede en otras propuestas de este tipo de documentos, desde la administración autonómica se está demandando a los equipos redactores el ajuste de los respectivos planes a una perspectiva más realista y a corto plazo. Además, en el caso del de Caldas, era necesario aportar más documentación, entre la que estaban los estudios de sostenibilidad medio ambiental de Patrimonio y Medio Ambiente.

En esto incide el estudio de la "actuación estratégica del sector industrial de Carracedo", cuyos informe está ya en manos del gobierno local. Dentro de la memoria del mismo se concluye con que "la propuesta de ordenación formulada redunda en una mejora en la estructura empresarial de la villa, con el consiguiente aumento de puestos de trabajo a nivel local y supramunicipal, dado el carácter estratégico de esta actuación" así como que considera que esta ordenación "originará un mayor valor del espacio resultante y por lo tanto una mejora en la calidad de vida, tanto para los trabajadores del futuro desarrollo como para el conjunto de la ciudad".

Así, el estudio considera entre los impactos en términos de "beneficios socioeconómicos" del polígono la creación de un eje de comunicaciones y de actividades industriales para la comarca. También señala que la integración de la ordenación con la red viaria principal y local del entorno proporcionará una mejora en la comunicación de la zona, tanto a "nivel local, como municipal e incluso supramunicipal". Así se tiene en cuenta que el sector SP-1-I , de 862.056 metros cuadrados de superficie, se encuentra en los terrenos de A Rosiña, en la intersección de la A-9, la N-550 y la carretera de Catoira (EP-8001).

En ese sentido, el estudio avala la propuesta sobre base de la adaptación del polígono a la topografía existente, con "buenas comunicaciones y situada a una distancia próxima al centro de la ciudad". Dentro del punto de vista medioambiental, destaca la creación de amplias zonas verdes en los espacios que actualmente tienen mayor valor ambiental y paisajístico, contribuyendo a atenuar el impacto de la actuación empresarial sobre el tejido circundante.

Ordenación propuesta

El PXOM que el consistorio trata de sacar adelante y que se espera que se concluya en el primer trimestre de 2016 incluye un convenio urbanístico que establece el interés y las bases para el desarrollo del polígono. Así, entre los propietarios que firmaron este convenio se encuentran empresas "de importante peso específico" que buscan una relocalización en un ámbito ordenado y adaptado a sus necesidades, como recoge el estudio de viabilidad del mismo.

Así, la propuesta divide el sector en tres polígonos de ejecución, que se realizarán en distintas fases, lo que facilitará la materialización del planteamiento. La conexión principal se realizará desde el nudo de la intersección con la EP-8001 para garantizar una correcta accesibilidad desde el sistema general primario. La ordenación se vertebra a partir de un eje principal que partirá del nudo de entrada, recorriendo el ámbito de la actuación del noroeste a sureste. Así, se aprecian dos zonas de actividad a uno y otro lado de la AP-9, conectadas entre sí mediante un puente en el vial principal, que las enlace a la zona central del sector.

Las zonas de actividad se ordenan teniendo en cuenta los condicionantes topográficos y morfológicos. Los usos terciarios se localizan en torno al vial principal, en la zona de entrada al sector, "al ser un uso que demanda una mayor presencia visual como imagen de las distintas empresas", señala el estudio. Los equipamientos se sitúan de forma que permitan la articulación de la zona, contribuyendo a su inserción funcional respecto a los núcleos de población contiguos.

Las zonas verdes se disponen en continuidad con los terrenos rústicos forestales del contorno en las áreas sur y oeste del ámbito, así como en todo el perímetro interior, como "apantallamiento" de las áreas industriales más expuestas y como articulación entre los distintos usos, al mismo tiempo que sirve como una zona de protección acústica frente al vial y los núcleos del rural próximos.

Arcos y Veigas de Almorzar

Actualmente Caldas solo tiene dos zonas destinadas para el suelo industrial. Uno de ellas es además de un suelo mixto, lo que limita la incorporación de más empresas, en Arcos, a pie de la N-550. El otro parque industrial está en Veigas de Almorzar, en Bemil, por donde discurre la N-640, próximo a Vilagarcía y al nudo de la AP-9 en Saiar. También este suelo cuenta con ciertas restricciones jurídicas, que limitan actualmente el cambio del uso de las parcelas por otros sectores, un cambio que tratan de promover desde hace años el Concello y los empresarios situados en este terreno de 120.000 metros cuadrados.

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