La Xunta no modificará el límete de velocidad en el tramo de la "curva de Curro", en la PO-531, uno de los puntos negros de las carreteras de la comarca y donde se produjo el último accidente con un fallecido. De este modo, la jefatura territorial de Servizo e Mobilidade, continuará con la hoja de ruta marcada previamente, con la mejora del firme de la calzada para optimizar la adherencia de los vehículos en la misma.

"La idea es mantener la velocidad en ese punto", señaló el delegado territorial, José Manuel Cores Tourís, en un acto en el que precisamente anunciaba el inicio de las obras de seguridad de otra de las carreteras con más peligrosidad de la comarca, como es la PO-308. "Lo que trataremos es mejorar la seguridad en la curva y que la gente respete las señales, porque sino va a ser complicado", compltaba Cores Tourís, al mismo tiempo que recordaba otros trabajos recientes es este mismo vial a la altura de Bayón.

De este modo, las obras que continuarán en el tramo consisten en la rehabilitación del firme en la zona de tres carriles que discurre por delante de la gasolinera de Curro, la más problemática y escenario de múltiples accidentes, la mayoría de ellos relacionados con salidas de vía de vehículos estando la carretera mojada. Desde la Xunta explicaban que con el nuevo asfaltado se espera recuperar la adherencia por parte de los vehículos, perdida por el deterioro de la capa asfáltica. Del mismo modo, realizan estos mismos trabajos en la carretera PO-531, que une Caldas y Vilagarcía, a la altura de O Pousadoiro, otro de los puntos donde se producen constantes salidas de vía.